Si la presencia del Opus Dei en los gobiernos de Franco adquirió una entidad de cierta importancia, más por sus logros, -la estabilización e internacionalización de la economía española-, que por el número real de los elementos con los que se introdujo en él, -apenas ocho de ciento dieciséis ministros como veíamos ()-, dicha presencia no es exclusiva del Régimen, adquiriendo relevancia en las más variadas instancias políticas, algunas de ellas auténticamente insospechadas.
Para empezar, hubo en la oposición al franquismo muchos más elementos del Opus Dei de lo que acostumbra a creerse.
También eran miembros del Opus Dei otros periodistas no excesivamente afectos al Régimen como Manuel Fernández Areal, director del Diario Regional de Valladolid, expedientado por un artículo y condenado en 1965 a prisión militar; y Antonio Herrero, director que fue de la agencia de noticias Europa Press, que también registró problemas con el Régimen.
En pleno Régimen pero en el partido donjuanista por llamarlo de alguna manera, militaron también miembros del Opus Dei, empezando por el propio Fontán y siguiendo con otros como Hermenegildo Altozano o Florentino Pérez Embid.
Se habló también de la simpatía o por lo menos de un importantísimo dirigente de la UCD y de la Transición, Joaquín Abril Martorell, algo que compartiría con el propio Suárez, cuya esposa Amparo Illana también pertenecía a la organización ().
Superado el franquismo y en plena democracia, tampoco han faltado ministros más o menos afectos al Opus Dei. Se ha dicho con mayor o menor insistencia de importantes dirigentes populares como Juan José Lucas, Jaime Mayor Oreja, Cristóbal Montoro, Margarita Mariscal de Gante, José Manuel Romay Beccaría, Andrés Ollero, Miguel Angel Cortés, Ana Mato, Pablo Guardans Cambó... Por decirse, hasta de Soraya Sáenz de Santamaría y del propio Mariano Rajoy se ha dicho.
Sobre Loyola de Palacio se insistió tanto que ella lo recusó con estas palabras: “¿Pero cómo voy a ser miembro del Opus Dei con un nombre como Loyola? [en referencia a la supuesta rivalidad entre opusinos y jesuitas]” ()
Dos importante ministros de Aznar, Federico Trillo, ministro que fue de Defensa, y Isabel Tocino, que lo fue de Medio ambiente, eran miembros del Opus Dei.
El Opus tiene o tuvo cualificados representantes en partidos en los que ello sería tan esperable como Unión del Pueblo Navarro, donde lo eran o son Jaime Ignacio del Burgo y Jesús Aizpún. Y algo menos esperable, también en CiU, con Lluís Alegre, Concepción Ferrer y Joaquín Molins ().
Siempre según el mismo artículo, ni siquiera en el ámbito del PSOE han faltado personas vinculadas de alguna manera al Opus Dei. Notable es el caso de Ludolfo Paramio, miembro de la Comisión Ejecutiva Permanente del partido desde 1991, y director del Departamento de Análisis y Estudios del Gabinete de la Presidencia del Gobierno (2004-2008), bien que la militancia en una y otra organización no parezca ser simultánea.
Menos esperable aún es el caso de Rafael Larreina, militante de Eusko Alkartasuna, que se presentó a las elecciones del año 2011 en la coalición Amaiur, como número 2 por Guipúzcoa obteniendo acta de diputado en la actual legislatura.
“Santorum […] is not a member of Opus Dei, according to the group, and it is not clear to what degree he adheres to its tenets” ["Santorum no es miembro del Opus Dei, según la organización, y no está claro hasta qué punto se adhiere a sus principios”].
©L.A.
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