El Dr. Yassir al-Burhami, una prominente figura en el movimiento salafista de Egipto y vicepresidente de la "Llamada Salafista", el mismo jeque que busca castigar a los apóstatas musulmanes, ha condenado el Día de la Madre, y ha recomendado engañar a Israel, acaba de publicar una fatua en “la Voz del Justo Salaf” en que prohíbe a los taxistas y conductores musulmanes de autobuses públicos que transporten en sus vehículos a los sacerdotes coptos a sus iglesias, describiéndolo como “más prohibido que llevar a alguien a un bar de licores”.
los defensores engañando a Israel y ha emitido una fatwa, publicada en el "La voz de los Salaf Justo", que prohíbe a los taxistas musulmanes y los conductores de autobús de transporte de sacerdotes coptos a sus iglesias, que él describe como "más prohibido que llevar a alguien a un bar de licores"
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Esta analogía, por supuesto, no comienza con el jeque Burhami, pues se remonta a algunos de los gigantes de los primeros del Islam, entre ellos Ibn Taymiyya y Ibn Qayyim, que coincidieron en afirmar en que "construir iglesias es peor que construir bares y burdeles, pues las iglesias simbolizan la infidelidad, mientras que los bares y burdeles representan la inmoralidad”.
La lógica es simple: “Es mejor profesar el Islam y pecar, que profesar el cristianismo y no pecar, puesto que el cristianismo niega la veracidad del Islam, y por lo tanto es mucho más abominable”. En este contexto, el musulmán que transporta a un sacerdote hacia su iglesia donde se predica el cristianismo, un mensaje que contradice el Islam, es un crimen terrible.
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