En varios momentos de la Historia, los nuevos descubrimientos científicos hicieron pensar a alguno que la fe en Dios Creador del cosmos se tambaleaba.
Así fue cuando Oparin explicó el origen de la vida sintetizando aminoácidos, constitutivos de las proteínas.
Lo mismo pasó con el evolucionismo de Darwin, considerando que el hombre viene del mono sin la intervención de Dios.

Y ahora con el bosón de Higgs, llamado partícula de Dios porque explica cómo empezó el cosmos, pasando de la energía a la masa.

Sin embargo todas esas teorías se han armonizado con la fe.

Y es que la Ciencia nunca encontrará nada contra la Fe, pues las dos vienen de Dios.

La Ciencia estudia las leyes de la Naturaleza para aplicarlas a la técnica y al progreso.

Y la Fe estudia las verdades reveladas por Dios.
Pues si el mismo Dios es el autor de las leyes de la Naturaleza, objeto de la Ciencia, y de las verdades de la Revelación, objeto de la Fe, Dios no va a contradecirse en lo que me comunica por la Naturaleza y lo que me comunica por la Revelación.

JORGE LORING, S.I.
jorgeloring@gmail.com
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