Hemos celebrado este año el octavo centenario de una fecha trascendental en la gestación y formación de nuestra patria cual fue la de la batalla crucial de Las Navas de Tolosa, que puso fin a la expansión por España del invasor almohade y representó el principio del fin del imperio del islam(1) en España.
Pues bien, no es la única fecha trascendental en tan crucial proceso que hemos de celebrar este año, y es que tal día como el de mañana 25 de julio se cumple el V centenario de la entrada de las tropas de Fernando el Católico en la ciudad de Pamplona, poniendo fin a la dinastía Albret en el reino de Navarra y completando, a expensas de algunas escaramuzas que aún se producirían durante varios años en la propia Navarra, la unidad de España tal como la conocemos hoy. Todo lo cual ocurre ante la general indiferencia española, que en algunos casos es hasta antipatía. ¡Y no sólo en el campo de los nacionalismos disgregadores!
En otros lugares de la Baja Navarra, es decir de la Navarra cispirenaica, Lumbier, Estella, Viana, Roncal, Tudela, la resistencia será algo mayor, y la Alta Navarra o Navarra ultrapirenaica no se tomará jamás, siendo de hecho el foco desde el que se intentará la conquista de Pamplona y alrededores en por lo menos tres ocasiones, en 1512, en 1516 y en 1521. Ocasión ésta última, en la que, por cierto, veremos enfrentarse al navarro San Francisco Javier que viene en el ejército invasor, con el vasco San Ignacio de Loyola(3) que milita en el ejército defensor, el cual, de hecho, cae herido en Pamplona en un lugar perfectamente identificado mediante una placa en el suelo que puede ver cualquier visitante de la bella capital navarra. Las guerras navarras no se pueden considerar terminadas sino en 1524, es decir, en tiempos ya del gran Carlos V.
De momento por lo menos, y a falta de mayor celebración, el Archivo Real y General de Navarra organiza estos días una magna exposición virtual con los documentos más importantes de la conquista de 1512, los cuales puede Vd. visitar virtualmente , si bien yo espero, e invito a Vds. a hacer lo propio, estar visitándola en directo y bien en breve, porque sin duda estará muy bien hecha. Que en Navarra, cuando se ponen, las cosas se hacen muy pero que muy bien.
(1) Observarán que a diferencia de lo que hacen hasta los más islamofóbicos de los escritores, entre los que no me encuentro, siempre escribo “islam” con minúscula, y si algún día lo hiciera con mayúscula, sería porque habría decidido escribir también “cristianismo” o “judaísmo” con mayúscula, aunque ni lo uno ni lo otro va a suceder por el momento.
(2) Salvedad hecha del breve período entre el 12 de julio y el 25 de septiembre de 1506 en que el rey de Castilla fue Felipe I llamado el Hermoso, muerto en la Casa del Cordón en Burgos después de ingerir un vaso de agua helada por lo que pudo ser una pulmonía o algo por el estilo.
(3) Caprichos de la historia tan bien silenciados por la historiografía de la memoria histórica ¿verdad? Un vasco defendiendo Navarra para la Corona española, como vascas eran buena parte de las tropas que tomaron Pamplona y Navarra para esa misma corona.
©L.A.
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