Hace unos años hice una pausa y me pregunté, ¿cómo puedo saber si la Iglesia Católica es la que realmente proviene de Jesús? Anduve buscando más información y entonces me encontré con el programa “Para salvarte” del P. Jorge Loring S.I., quien por cierto cuenta con su propio blog aquí mismo, en Religión en libertad. Pues bien, en uno de los capítulos explicó que la historia deja claro que Jesús fundó una sola Iglesia y que, por ende, no es del todo preciso hablar en plural. Esto se puede constatar al seguir el rastro de la sucesión ininterrumpida que va desde el apóstol Pedro hasta Benedicto XVI. 265 Papas que nos conectan directamente con el año 33 D.C.
Lo anterior, evidentemente no quiere decir que el diálogo ecuménico deba suspenderse, pues es importante entendernos y respetarnos, ya que cada Iglesia cristiana comparte algunos aspectos que se identifican con la verdad plena que hemos abrazado como católicos. Es decir, buscar lo que nos une e identifica como hermanos y hermanas que estamos trabajando por mejorar nuestras relaciones.
En la universidad, conocí a una compañera que pertenece a una secta cristiana local. Nos llevamos muy bien a lo largo de la licenciatura, sin embargo, cuando dábamos paso al debate, jamás pudo echar abajo el argumento de que la historia confirma a la Iglesia Católica como la original, aquella que surgió de Cristo, pues mientras su comunidad no tiene ni 60 años de haber sido fundada, la mía ya cuenta con una buena cantidad de siglos. En resumen, la cronología nos da la razón.