Si uno, en el casino, sabe el número que va a tocar, ¿escogería otro número porque le gusta más?
Pues esta insensatez hace el que en lugar de guardar los MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS que dan certeza de la gloria eterna, prefiere otro comportamiento porque le gusta más.
JORGE LORING, S.I.
jorgeloring@gmail.com
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