Las palabras que vas a escuchar son verdaderas y ellas cambiarán tu vida si tú las dejas. Expresan y revelan los 4 principios universales más importantes que sostienen el mundo y la vida de cada hombre y de cada mujer. Por esta razón, es de vital importancia conocerlos porque son la fuente de la sabiduría que tú has estado buscando toda tu vida.
El primer principio declara que todo, absolutamente todo, ha sido creado por amor. El universo entero, nuestro mundo y todo cuanto lo habita es fruto del amor. Nada es el resultado del azar o la casualidad. Tu vida no es un error, el momento de tu nacimiento y el lugar donde vives han sido determinados con exactitud (Hechos 17,26). Hay un designio de paz y un plan de futuro lleno de esperanza para ti (Jeremías 29,11), porque eres el fruto de un amor eterno que no tiene fin (Jeremías 31,3).
El segundo principio revela la causa que impide descubrir y disfrutar la plenitud de este amor, y es que la humanidad está dividida y separada de su Creador. El mundo se encuentra hoy en situación de gran necesidad porque todos colaboramos, de alguna manera, en malograr y oscurecer el propósito de nuestra vida en la tierra (Romanos 3,23). La muerte es la consecuencia que nos recuerda este principio universal; sin embargo, no tiene la última palabra ni es algo definitivo, ya que el amor de Dios ha prevalecido y se ha manifestado en nuestra carne mortal para abrirnos el camino a la eternidad (Romanos 6,23).
Este es el tercer principio que asegura y manifiesta la certeza de este amor: en la persona de Jesús, Dios se acerca a nuestra humanidad herida para curarnos y arrancar nuestro dolor (Apocalipsis 21,3-4). Él ha entregado su vida por ti por amor, un amor que no tiene fin y que te conduce a la vida en plenitud (Juan 3,16). Tu corazón desea y anhela esta vida para la que has sido diseñado y este amor por el que has sido creado. Ahora solo necesitas ser valiente y comenzar a recorrer este nuevo camino, acoger la verdad que resplandece como un faro y vivir una vida abundante con la que siempre has soñado (Juan 10,10).
Este es el cuarto principio: necesitamos tomar una decisión, la decisión más importante, aquella que nos lleva a elegir entre la vida y la muerte (Deuteronomio 30,19-20). El que te ha creado por amor, primero te soñó y después te formó en el vientre de tu madre (Salmos 139,13); es ahora cuando desea revelarte cosas importantes que aún desconoces, si tomas la decisión adecuada (Jeremías 33,3). Eres libre para decidir dar el paso y conocer a tu Padre del cielo que te espera como a un hijo querido, para quien ha preparado cosas nuevas y ha dispuesto todo lo mejor en Cristo (2 Corintios 5,17).
Fuente: los4principios.webnode.es