Un tribunal de la ciudad de Colonia (Alemania) ha emitido una sentencia en la que dicta que la circuncisión de un niño viola su derecho fundamental a la integridad corporal, el cual pasa por delante de cualquier derecho de sus padres relacionado con la libertad religiosa. “La libertad religiosa de los padres y su derecho a educar a los hijos no se ve comprometido por el hecho de esperar a que el chico pueda decidir por sí mismo si desea ser circuncidado”. “El cuerpo del chico es irreparablemente alterado por una circuncisión. El cambio perjudica los intereses del niño para decidir más adelante sobre sus creencias religiosas”.
La sentencia daba respuesta al caso de un pequeño musulmán de cuatro años que fue circuncidado y que hubo de ser atendido en un hospital por una hemorragia secundaria a la circuncisión. El ejecutor fue encausado por daños corporales, pero salió absuelto al gozar del consentimiento de los padres del muchacho para realizar la circuncisión. Recurrido el caso, el médico volvió a ser absuelto, aunque con las reservas expresadas, las cuales, aunque no son vinculantes, sí ponen el acento sobre lo que el juez estima es una laguna de la ley en Alemania.
Tal y como era de esperar, las comunidades judía y musulmana han protestado enérgicamente. “La sentencia es un ultraje y una medida carente de toda sensibilidad” ha declarado Dieter Graumann, portavoz del Comite Central de Judíos. “La circuncisión de los recién nacidos es parte innegociable de la religión judía, y ha sido practicada en el mundo entero durante siglos. Este derecho religioso ha sido respetado en todos los países del mundo”. “La sentencia supone una intromisión dramática y sin precedentes en el derecho de las comunidades religiosas a la auto-determinación”.
Por su parte Ali Demir, director de la Comunidad Religiosa Islámica, ha declarado: “La decisión es discriminatoria y se opone a los esfuerzos para promover la integración”. Hablando de la circuncisión la define como “un procedimiento inocuo que tiene miles de años de tradición y alto valor simbólico”, para finalmente pronosticar: “Terminaremos promoviendo el ‘turismo de la circuncisión’ a otros países”.
En Alemania, existen unos cuatro millones de musulmanes y unos 100.000 judíos. Un estudio del año 2007 estimó que un 10.9% de los alemanes de entre 0 y 17 años estaban circuncidados.
Imagino que la prohibición de la circuncisión irá acompañada de otras prohibiciones como la de taladrar las orejas a las niñas, ponerles aparatos dentales a los niños, toda operación de tipo estética en general a menores de edad (pegar orejas, disminución del pecho, corrección de pies zambos, ¡la fimosis!), en fin tantas formas de violentar el cuerpo humano que, como dice la sentencia, “alteran irreparablemente el cuerpo” y perjudican “los intereses del niño para decidir más adelante”.
¿Se les pasará alguna vez a jueces y legisladores ese afán por legislarlo todo? ¿No tienen Vds. la impresión de que hay demasiada gente aburrida, o lo que es peor, necesitando justificar su sueldo?
©L.A.
Otros artículos del autor relacionados con el tema
(haga click en el título si desea leerlos)