- Estamos tan acostumbrados al uso desproporcionado de la hipocresía, con su consiguiente manipulación del lenguaje, que cuesta creerse la verdad.
- El hombre es un misterio capaz también de lo mejor. Porque tiene alma, y corazón. (Y puede incluso llegar a pensarse dos veces cualquier barbaridad). No, no es el hombre un ser vivo corriente. Y os digo que esa alma y ese corazón son omnipotentes. Pues son capaces de amar a sus semejantes –vivos o muertos–, o son capaces de una generosidad magnífica cuando se lo proponen. Y hasta pueden llevar a cabo el gran milagro de una sonrisa.
- La poesía es el alma del mundo. Pensemos todos un poco en esto. La poesía es el alma de mundo. Pero nos deshacemos del alma, y la poesía se desvanece entre los dedos, los días y las palabras. ¿El resultado? Un mundo sin apenas alma. Sin paz, sin compasión, sin alegría.
- He dado muchas vueltas por el mantel de la cocina. ¡Cuántos versos entre sus flores y demás psicodélicas figuras! En ese verde mar donde flotan los pensamientos en tonos rojos. Esta mesa y este mantel donde escribo o leo de madrugada, donde estudio los recuerdos o ensueño el aroma de menta de una planta. Las palmas de mis manos acariciando la eternidad del tiempo que en el mantel se posa.
- ¿Qué significa ser moderno? ¿Estar a la última de nada? ¿Ser superficial en todo? ¿Es eso? ¿Es vivir en esta constante apariencia de lo verdadero?
- La existencia humana en esencia es poética.
- Adentrémonos en la espesura del fragor de las calles, en el misterio de los sueños, en la rutina del tiempo... Adentrémonos sin temor en nuestras vidas. Cualquier destello de luz es bueno, o un poco de luna en silencio, o descubrir la aventura de lo mismo visto de diferente manera.
-¿Cómo alguien puede esperar sin hacer nada?
-Me dejo llevar por el instinto divino de las cosas. De ahí todo lo demás en mi vida.
- Soy optimista. Más que por naturaleza, por mi creencia. Pero la realidad te aplasta metódicamente. Y "solo" te queda el amor, la literatura, el temblor de la brisa en los magnolios, los colores... ¡Y el abrazo de Dios! Sé de sobra que todo eso es lo fundamental, la raíz de mi sonrisa, la verdadera fuerza... Pero la realidad te oprime todavía más, sin pausa. Y al alma le cuesta salir indemne de cada día.
- Tumbado. La mirada del libro a los pies, de los pies al libro. Y un poco más allá pues todo lo demás. Lo imaginado y lo desconocido, lo familiar y lo invisible cotidiano. Minucias y mayucias: la vida.
- A la felicidad le falta vocabulario. Como a la poesía. ¿O más bien les sobra?
- El hombre es un misterio capaz también de lo mejor. Porque tiene alma, y corazón. (Y puede incluso llegar a pensarse dos veces cualquier barbaridad). No, no es el hombre un ser vivo corriente. Y os digo que esa alma y ese corazón son omnipotentes. Pues son capaces de amar a sus semejantes –vivos o muertos–, o son capaces de una generosidad magnífica cuando se lo proponen. Y hasta pueden llevar a cabo el gran milagro de una sonrisa.
- La poesía es el alma del mundo. Pensemos todos un poco en esto. La poesía es el alma de mundo. Pero nos deshacemos del alma, y la poesía se desvanece entre los dedos, los días y las palabras. ¿El resultado? Un mundo sin apenas alma. Sin paz, sin compasión, sin alegría.
- He dado muchas vueltas por el mantel de la cocina. ¡Cuántos versos entre sus flores y demás psicodélicas figuras! En ese verde mar donde flotan los pensamientos en tonos rojos. Esta mesa y este mantel donde escribo o leo de madrugada, donde estudio los recuerdos o ensueño el aroma de menta de una planta. Las palmas de mis manos acariciando la eternidad del tiempo que en el mantel se posa.
- ¿Qué significa ser moderno? ¿Estar a la última de nada? ¿Ser superficial en todo? ¿Es eso? ¿Es vivir en esta constante apariencia de lo verdadero?
- La existencia humana en esencia es poética.
- Adentrémonos en la espesura del fragor de las calles, en el misterio de los sueños, en la rutina del tiempo... Adentrémonos sin temor en nuestras vidas. Cualquier destello de luz es bueno, o un poco de luna en silencio, o descubrir la aventura de lo mismo visto de diferente manera.
-¿Cómo alguien puede esperar sin hacer nada?
-Me dejo llevar por el instinto divino de las cosas. De ahí todo lo demás en mi vida.
- Soy optimista. Más que por naturaleza, por mi creencia. Pero la realidad te aplasta metódicamente. Y "solo" te queda el amor, la literatura, el temblor de la brisa en los magnolios, los colores... ¡Y el abrazo de Dios! Sé de sobra que todo eso es lo fundamental, la raíz de mi sonrisa, la verdadera fuerza... Pero la realidad te oprime todavía más, sin pausa. Y al alma le cuesta salir indemne de cada día.
- Tumbado. La mirada del libro a los pies, de los pies al libro. Y un poco más allá pues todo lo demás. Lo imaginado y lo desconocido, lo familiar y lo invisible cotidiano. Minucias y mayucias: la vida.
- A la felicidad le falta vocabulario. Como a la poesía. ¿O más bien les sobra?