Josep Gassiot Magret en su obra “Apuntes para el estudio de la persecución religiosa en España” narra a continuación los excesos salvajes “En los primeros meses de la Guerra Civil”.
El Obispo de Jaén, Monseñor Manuel Basulto Jiménez, fue asesinado el 12 de agosto, en el lugar conocido por Pozo del Tío Raimundo, próximo al Cerro de Santa Catalina, del término de Vallecas (Madrid), en unión de su hermana y del Deán y del Vicario General de aquella diócesis. Las expresadas víctimas, juntamente con unos doscientos detenidos de aquella provincia, bajo pretexto de ser trasladados a la prisión de Alcalá de Henares, fueron conducidas a un tren custodiado por fuerza armada. Pero en la estación de Santa Catalina, unos grupos de mozalbetes armados pidieron la entrega de los prisioneros. El jefe de la fuerza que venía custodiando a los detenidos habló entonces por teléfono con el Ministro de la Gobernación, y éste dijo:
“-Si ésa es la voluntad del pueblo, que se los entreguen”.
Inmediatamente el tren fue desviado de su trayectoria hasta el lugar indicado, donde los presos fueron obligaos a bajar por tandas y colocados junto al terraplén, frente a tres ametralladoras: así fueron todos asesinados.
 
El Obispo de Ciudad Real, Monseñor Narciso de Estenaga y Echevarría, fue asesinado el 22 de agosto, juntamente con su Capellán, don Julio Melgar Salgado, en el lugar denominado Peralvillo Bajo, a unos ocho kilómetros de Ciudad Real.


 
El Obispo de Almería, Monseñor Diego Ventaja Milán y el Obispo de Guadix, Monseñor Manuel Medina Olmos, fueron asesinados el 30 de agosto, en el lugar denominado Cañada del Chisme, en la carretera de Málaga juntamente con sus familiares y otros presos, después de haber sido atormentados; sus cadáveres fueron rociados con gasolina y quemados.
 
El Administrador Apostólico del obispado de Orihuela, Monseñor Juan de Dios Ponce y Pozo, juntamente con ocho sacerdotes y un capuchino, fue fusilado en las cercanías del Cementerio de Elche el 2 de diciembre.
 
El Obispo de Barcelona, don Manuel Irurita Almandoz, juntamente con su familiar don Marcos Goñi y los que le habían prestado asilo, don Antonio y don Francisco Tort Reixach, fueron asesinados en la noche del 3 al 4 de diciembre, después de haber estado presos en la checa de san Elías. En la foto, con el Beato Josep Samso, que aparece de espaldas.



 
El Obispo de Teruel, Monseñor Anselmo Polanco y Fontecha, después de andar de cárcel en cárcel más de un año y, cuando los milicianos huían hacia Francia, se lo llevaron consigo y en el lugar llamado Can Tretze, a seis kilómetros de Figueras, juntamente con otros cuarenta y dos presos, lo fusilaron el 7 de febrero de 1939.