Como muy pocas series, películas, documentales y revistas nos narran historias significativas de matrimonios que consiguieron permanecer unidos y felices hasta el final, da la impresión de que ya no vale la pena buscar una relación de verdad y que es preferible cambiar de pareja como de zapatos, sin embargo, esto no quiere decir que por regla general todo tenga que terminar en un divorcio.
“Quiero estar contigo”, es una frase que resume lo que significa el matrimonio, pues expresa la voluntad de construir un proyecto en común. En otras palabras, aunque te encuentre cansada, aunque envejezcas, aunque te vaya mal en el trabajo, aunque a veces discutamos, aunque me irriten los comentarios de tu mamá, aunque sea muy celoso, aunque tengas insomnio, aunque te tardes horas en arreglarte, etcétera, existe en mí, la convicción de estar contigo hasta el final, de creer en los imposibles y desafiar a cualquier pronóstico negativo.
Obviamente, la intención de permanecer unidos debe ser de los dos, sin embargo, hay que superar el bombardeo mediático que nos ha hecho suponer que todos los hombres y que todas las mujeres son infieles. Seguramente, no hay mayor satisfacción que llegar al final de la vida después de haber compartido tantas aventuras y desventuras con aquella persona a la que amaste de manera incondicional, es decir, tanto en las alegrías como en las penas. Simple y sencillamente, se trata de ser fiel por amor, de creer que realmente es posible ir más allá de la opinión dominante, viviendo la esencia del matrimonio contra viento y marea.