Muchas personas católicas, o de la derecha social, se lamentan de que el PP sólo da importancia a los asuntos de naturaleza económica y abandona los asuntos "culturales", siendo tomados éstos por el progresimo y el marximo gramsciano.
No hay dos PP´s, uno bueno y otro malo ,sino que son el mismo PP, cuyos miembros se reparten los papeles del guión, y hay una parte de funcionarios del mismo (viven del partido directamente, o de sus prebendas, indirectamente) que cumplen con el papel de conservadores y católicos, para mantener cautivos los votos de la derecha social.
La prueba es que la dirección del PP y sus políticas, controladas por Mariano Rajoy, fue elegida por el 98,37% del partido en el 2004. Y en el último congreso (XVII), dos decadas depués, tras haberse manifestado teóricamente y practicamente, múltiples veces, a favor del aborto, la sodomía, la EpC, etc, dirección y políticas, fueron apoyadas y confirmadas por el 97,56% del partido.
Del mismo modo ha ocurrido en los últimos congresos regionales, donde el partido progre de derechas elige sus direcciones y aprueba sus gestiones (que incluyen políticas proabortistas, prosodomitas, pro Epc, etc....) con mayorías "a la búlgara".
Es decir, no se trata de un partido con diferentes "sensibilidades", que luchan por hacerse con el control, para aplicar unas u otras polítcas, sino de una maquinaria, uniforme y disciplinada, como confirman las citadas elecciones internas, para la obtención del poder a efectos de conseguir sus intereses políticos, económicos y personales de los líderes.
Cuando el Partido Popular toma el poder aplica, sin temblarles el pulso, sus criterios en materia económica, laboral, de relaciones internacionales, etc... cambiando legislación, administración, etc..
Sin embargo no toca nada de lo relativo a la reingenieria social efectuada por el PSOE, en materias como la moral, la religión, la familia, la vida, la concepción del hombre, etc...
Muchos lo achacan a una postura acomplejada del PP ante estos campos (complejos que no tiene para los asuntos materiales).
Y no es que el PP se despreocupen de la "cultura" sino que su dirección comparte los planteamientos antropológicos y espirituales del PSOE.
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La prueba es que la dirección del PP y sus políticas, controladas por Mariano Rajoy, fue elegida por el 98,37% del partido en el 2004. Y en el último congreso (XVII), dos decadas depués, tras haberse manifestado teóricamente y practicamente, múltiples veces, a favor del aborto, la sodomía, la EpC, etc, dirección y políticas, fueron apoyadas y confirmadas por el 97,56% del partido.
Del mismo modo ha ocurrido en los últimos congresos regionales, donde el partido progre de derechas elige sus direcciones y aprueba sus gestiones (que incluyen políticas proabortistas, prosodomitas, pro Epc, etc....) con mayorías "a la búlgara".
Es decir, no se trata de un partido con diferentes "sensibilidades", que luchan por hacerse con el control, para aplicar unas u otras polítcas, sino de una maquinaria, uniforme y disciplinada, como confirman las citadas elecciones internas, para la obtención del poder a efectos de conseguir sus intereses políticos, económicos y personales de los líderes.
Cuando el Partido Popular toma el poder aplica, sin temblarles el pulso, sus criterios en materia económica, laboral, de relaciones internacionales, etc... cambiando legislación, administración, etc..
Sin embargo no toca nada de lo relativo a la reingenieria social efectuada por el PSOE, en materias como la moral, la religión, la familia, la vida, la concepción del hombre, etc...
Muchos lo achacan a una postura acomplejada del PP ante estos campos (complejos que no tiene para los asuntos materiales).
Pero
- ¿Y si el PP no hubiera abandonado la "cultura" al socialismo ?
- ¿Y si lo que ocurriera es que el proyecto cultural del PP es análogo al del PSOE en lo fundamental: el Progresismo?
Y no es que el PP se despreocupen de la "cultura" sino que su dirección comparte los planteamientos antropológicos y espirituales del PSOE.
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Un ejemplo de paradigmático de como piensa un pepero pata negra:
Juan Soler (que no ha dejado de tener cargos institucionales, otorgados por el PP, desde 1987, y que fuera entre 1996 y 2003 Director de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales – FAES, es decir de la máquina de ideología del partido progre de derechas):
"Lo gay en este siglo XXI es sinónimo de glamour, estética, imaginación, tolerancia, amor y humor" (*)