Fouad Belkace, un fiel muy devoto del Islam y portavoz de Sharia4Belgium ha declarado que “Nosotros los musulmanes no tenemos ni un gramo de respeto por vosotros, infieles” en una rueda de prensa en la que justificaba la actitud de una conversa al Islam agredió a una agente de policía por negarse a descubrir su rostro. El barrio bruselense de Molenbeek, donde reside una importante comunidad inmigrante de confesión musulmana, ha vuelto a la normalidad después de serios incidentes el pasado jueves que llevaron a las autoridades locales a declarar el toque de queda y la policía tuvo que enviar cinco pelotones, dos cañones de agua y un helicóptero.
En Bélgica está prohibido el niqab y el burka o cualquier prenda que oculte la cara de las personas, por motivos de seguridad.
Stephanie , mujer belga convertida al Islam se negó a descubrir su rostro ante los requerimientos de una agente de policía, una agente de policía fue embestida por la ferviente creyente del Islam y le rompió la nariz a la agente.
El líder religioso musulmán Fouad Belkace y portavoz de Sharia4Belgium declaró en rueda de prensa que “Nosotros los musulmanes no tenemos ni un gramo de respeto por vosotros, infieles, ni por vuestra forma de vida, porque nuestra religión es superior a la vuestra”.
Fouad Belkace se declaró orgulloso de la actitud de Stephanie y añadió que “puesto que las mujeres occidentales solo quieren mostrarse como objeto de deseo la mujer policía con la nariz rota de un cabezazo podría aprovechar para hacerse la cirugía estética. … y que si Alá hubiera querido, le habría roto la espalda”.
Un diputado socialista de la ciudad de Bruselas, de origen marroquí, Jamal Ikazban, ha denunciado en la prensa que los hechos “son fruto de provocaciones de las dos partes”, y los liberales, que están en la oposición en Molembeek, han culpado a los socialistas de haber fracasado con su política de integración.
El supremacismo islamista recibe el apoyo de los retardados intelectuales y morales de la escuela de Zapatero, expertos en hundir en la miseria a sus respectivos países, y ahogarlos en la basura moral del relativismo ético y nihilismo espiritual.
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