Una de las más bellas ediciones de la Biblia nunca realizada es la debida a ese genio de la ilustración que fue Paul Gustave Doré. Paul Gustave Doré nació en Estrasburgo, un 6 de enero de 1832. A la joven edad de los quince años, publica su primera ilustración, un libro con ilustraciones de París sobre obras de François Rabelais, Honoré de Balzac y Dante Alighieri. Tras ilustrar trabajos de Lord Byron o de Edgar Allan Poe, en 1862 realizó un fructífero viaje a España.
Aunque se trata ya de un artista consagrado, en 1865 se produce uno de los hitos de su carrera artística, precisamente la ilustración de la Biblia. Funda entonces la Doré Gallery en New Bond Street y firma un contrato de cinco años con la editorial Grant & Co. que le obligaba a pasar tres meses al año en la capital inglesa. Otros trabajos importantes del autor fueron el “London: A Pilgrimage” “Paradise Lost” (El paraíso perdido), y por supuesto, su famosísima edición de D. Quijote realizada en 1875.
Amén de ello, se empleó también en la escultura, dejando como mejores obras La Parca y el Amor, L´Effroi, el Monumento a Alexandre Dumas padre, o sus Acróbatas.
A la tempranísima edad de 51 años, Paul Gustave Doré muere en París el 23 de enero de 1883.
En la red he encontrado este maravilloso reportaje sobre la Biblia que ilustró Gustave Doré, realizado por José María Cazorla Crespo, historiador y divulgador científico de quien pueden Vds. encontrar muchos productos de calidad en la red, y no he resistido la tentación de presentárselo a Vds. para que admiren la belleza del Nuevo Testamento ilustrado por Paul Gustave Doré.
©L.A.
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