Es curioso que dos clubes que se profesan la rivalidad de todos conocida como son el Madrí y el Barsa, ofrezcan también paralelismos tan curiosos como el de portar los dos una cruz en el escudo, -algo que ni muchísimos menos todos los equipos de fútbol españoles portan- o estar los dos dispuestos a deshacerse de ella en un momento dado, como hizo el Madrí en Dubai y el Barsa en Marruecos en su día.
En 1906, el escudo del Barsa se transforma, adquiriendo una forma muy similar a la que ya tendrá para siempre, y sus elementos no cambian en ningún momento de su historia salvo en pequeños detalles. Es decir, no pierde en ningún momento la cruz, como sí le pasa como al del Madrí con el advenimiento de la República por formar parte dicha cruz de la corona real concedida en 1920 por el Rey Alfonso XIII.
En cuanto al origen de la cruz, parece ser que el primero en utilizarla como tal cruz de San Jorge habría sido la República Genovesa, en tiempos tan tempranos como el 1096. Génova la habría tomado de Milán, que sin embargo, la honraba como cruz de San Ambrosio, el importantísimo obispo milanés del s. IV. Pero al ser el patrón de Génova San Jorge, desde el momento en el que Génova empieza a utilizarla habría cambiado su advocación de San Ambrosio por la de San Jorge.
En cuanto al santo que le da nombre, San Jorge, no sería otro que Jorge de Capadocia, soldado romano que servía en Capadocia, en la actual Turquía y que murió mártir. Se le atribuye haber nacido en el año 275, y morir el 23 de abril (día de su festividad) de 303.
San Jorge pasa a la leyenda por enfrentarse y matar al Dragón para salvar así la vida de la Princesa de Trebisonda que le era ofrecida al monstruo en sacrificio para que los habitantes de la ciudad pudieran tomar agua de la fuente en la que se alojaba. Adquirió notable popularidad durante la Edad Media, y fue canonizado en 494 por el Papa Gelasio, aunque su historicidad está muy cuestionada. Tanto que desde la reforma del de 1969, su veneración entre los católicos es opcional.
©L.A.