Si quieren leer toda la carta lo pueden realizar en este enlace: Carta pastoral para la XLVI Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. Tampoco hay que perder de vista el mensaje del Santo Padre Benedicto XVI
para la XLVI Jornada mundial de las comunicaciones sociales.Dice Mons Zornoza: “La Iglesia existe justamente con este fin: comunicar la Buena Noticia. Por lo tanto, la comunicación forma parte esencial no sólo del ser humano sino también del cristiano. Vivimos en un tiempo en el que, paradójicamente, a la vez que se han desarrollado múltiples y novedosas formas de comunicación muchas personas experimentan, sin embargo, una gran soledad por la falta de relaciones auténticas.” (Mons Zornoza)
La Iglesia tiene el fin de comunicar la Buena Noticia. Es evidente que una cristiano que se calla el mensaje, es que realmente no lo he entendido en profundidad. No podemos callar la Buena Noticia, ya que el mismo Cristo nos solicito que lo difundiéramos por todo el mundo.
Pero nuestra época padece de muchos excesos y uno de ellos es el excedo de comunicación. Vivimos en una sociedad repleta de ruido. El silencio nos asusta. Pero este ruido y saturación de información tiene una consecuencia tremenda: la soledad. A más información, más personas se sienten solas ¿Por qué? Porque nos falta cercanía y autenticidad.
“El Santo Padre en su mensaje para este día ha querido resaltar la necesidad de dar profundidad a nuestras relaciones. Sólo así es posible que nuestros diálogos sean verdaderos encuentros entre personas que se comunican. Para ello es necesario salir del estilo de vida superficial en el que nos hemos acomodado y empezar a vivir la vida a fondo.” (Mons Zornoza)
Benedicto XVI nos ha dado una clave importante para sentirnos cercanos: cultivar el silencio que predispone la escucha de quien tenemos delante. El silencio que nos permite, además, escuchar a Dios.
“Callando se permite hablar a la persona que tenemos delante, expresarse a sí misma; y a nosotros no permanecer aferrados sólo a nuestras palabras o ideas, sin una oportuna ponderación. Se abre así un espacio de escucha recíproca y se hace posible una relación humana más plena. En el silencio, por ejemplo, se acogen los momentos más auténticos de la comunicación entre los que se aman: la gestualidad, la expresión del rostro, el cuerpo como signos que manifiestan la persona.” (Benedicto XVI)
“Lo que produce una buena comunicación no es la cantidad de palabras que se dicen, se chatean o se twittean sino la calidad de ellas. El silencio forma parte esencial de la comunicación pues sin él no hay verdadera escucha de uno mismo ni del otro. Pero debe ser un silencio auténtico, un silencio que no sea simple espera sino acogida de la otra persona que se nos está entregando en sus palabras. También ésta es una condición para escuchar a Dios. Como María” (Mons Zornoza)
La calidad de lo que comunicamos es importante. El cristiano debe comunicar con calidad el mensaje de Cristo, debe estar formado para ello y ser auténtico. Además debe saber guardar silencio para que quien tiene delante pueda expresarse, para que pueda desahogar lo que atenaza su alma. Quizás el mayor reto de las redes sociales sea ser capaz de transmitir afecto y cercanía. Sin estos elementos no podremos nunca transmitir con fiabilidad el mensaje. No es sencillo comunicar afecto a través de un canal tan estrecho como Internet. Pero han formas de hacerlo. Poco a poco se van desarrollando y posibilitando que más personas se sientan cercanas al mensaje de Cristo.
Mons Zornoza termina su mensaje con estas palabras:
“Escuchando a Dios y a los hermanos comprendemos nuestra misión en la vida. Tenemos una gran labor entre nuestras manos y una gran noticia que contar, todos los medios para ello son pocos y por eso es necesario que los cristianos usemos las nuevas redes sociales y plataformas digitales como un nuevo Areópago o Atrio de los gentiles donde encontrarnos con hombres de todos las formas de pensar, siendo capaces de escucharnos y llevándoles a escuchar juntos a la Palabra Eterna que ha decidido quedarse entre nosotros para llenarnos de vida, y vida eterna ¿Hay una noticia mejor que podamos comunicar?”
¿Hay algo mejor que podamos comunicar? Ciertamente no. Hagamos el esfuerzo de comunicar la Buena Noticia desde la honestidad, cercanía y afecto. Olvidemos los tiempos en que parecía que la Fe se transmitía con aspereza. La Fe se comunica desde la alegría de quien sabe que las palabras de Cristo son Palabras de Vida Eterna.