Año del Señor 2022
10 de noviembre 
 
 
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 
 
¿QUIÉN TE DEFIENDE?
 
Hace unos días me corté mientras cortaba cebolla. No le di mucha importancia, presioné fuerte  el dedo, pronto dejó de sangrar y continué cocinando. Pensé que más tarde me lo curaría bien. Sin embargo, como no me dolía, no llegué a pasar por la enfermería para curarlo y lo dejé estar. 
 
Unos días después me empezó a molestar. Se me puso rojo alrededor y me dolía al rozarme. Total… que se me infectó y ahora, con paciencia, tengo que curármelo durante unos días. No le di importancia y creí que se curaría solo. 
 
Al llegar a la oración le preguntaba a Jesús: ¿Cuántas cosas no me doy cuanta, hasta que me duelen? Vivimos el día muy deprisa y dejamos pasar muchas cosas: una mala contestación, un enfado, un silencio, un resentimiento, una humillación, una burla… lo pasamos y seguimos. Pero en realidad se queda en nosotros, hasta que, de repente, nos empieza a doler y tenemos que parar a buscar donde está la herida. A nadie le gusta sufrir, ni pasarlo mal. Estamos llamados a la vida, a ser felices. Nuestro Dios nos ama y nos ha creado para vivir con paz. 
 
Jesús muestra a Sus discípulos un camino nuevo ante estas situaciones. Los fariseos les abordaban, les provocaban e, incluso, se burlaban de ellos. A los discípulos les nacía la venganza, el resentimiento… En el Evangelio vemos como Jesús les defiende. No son ellos los que lo tienen que hacer, es Jesús quién les defiende, lo vemos en Lucas 5, 27-32. Los discípulos se dejan cuidar y defender por Jesús. 
 
A veces buscamos la justicia por nuestra cuenta y casi siempre nos sale mal. Tenemos que dejar que Cristo nos defienda, que sea Él, el que salga por nosotros. Dejar que Cristo sea fuerte en nosotros, como nos dice san Pablo. 
 
Cuando confiamos en Jesús, empezamos a ver milagros. Él es Justo y, por lo tanto, hace justicia. Pero nunca podemos olvidar que a Su estilo, que no suele ser el nuestro. Si dejas que el Señor lo haga, Él moverá los corazones: que tu jefe cambie, que en casa todo coja otro rumbo… Ya no vivirás desde la justicia, sino desde el amor. Porque Jesús es igual de Justo que de Misericordioso. 
 
Hoy el reto del amor es no dejar pasar las cosas y entregárselas a Jesús para que Él  sea tu justicia. Pídele que te regale el perdón de corazón.
 
VIVE DE CRISTO
 
 
¡Feliz día!
 
 
©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)

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