Esta mañana, leyendo el periódico mientras desayunaba, he visto como Belloch votaba para impidir la retirada de símbolos religiosos en los actos y espacios municipales   rechazando una moción presentada por Chunta Aragonesista (CHA) en la que reclamaba declarar la aconfesionalidad institucional y la retirada de cualquier símbolo o referencia religiosa

Era noticia en toda la prensa aragonesa y en los medios audivisuales. Se destacaba que el alcalde de Zaragoza se ha "enfrentado"  al resto de su grupo municipal  para defender la presencia del crucifijo en el salón de plenos municipal



 

Al ver la noticia me he lanzado directamente a consultar el correo electrónico:

Estaba seguro de que iba a recibir un correo para una petición organizada de felicitación al Alcalde de Zaragoza ante una actitud tan valiente.

Pensaba que iba a ocurrir por experiencias previas en la que ante actos de este cariz, o menores, así sucedía.

Al no verla me he extrañado mucho

Después he entendido la falta de mensaje organizado: me he dado cuenta de que Belloch no era del Partido Popular, por lo que apuesto a que no recibiré ninguna invitación a reconocer el gesto

Lo importante no es el gesto, objetivamente, sino que sea útil para justificar el apoyo a un miembro del partido progre de derechas

Por qué igual que hay un aborto malo si lo propugna el PSOE y hay un aborto ante el que no hay que protestar porque lo promociona el PP, hay una defensa de los símbolos cristianos que no es aplaudible si no es beneficiosa para el PP


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Que nadie piense bien de Belloch.

El no defiende la simbología religiosa por su transcendencia, sino porque dá "grandeur" a la escenografía donde él actúa como Alcalde