Anoche escuché una edición del programa “Salvados” que debió de grabarse hace ya algún tiempo, pero que la Sexta emitió o re-emitió precisamente ayer. En él, el periodista Jordi Evole, más conocido como El Follonero, realizaba dos entrevistas que le servían para enfocar un mismo problema desde su doble perspectiva: por un lado, al imam de una mezquita catalana, la de Reus; y después, al líder del partido catalán Plataforma por Cataluña, Josep Anglada.
Preguntado por la poligamia en el islam, el imam responde “¡Claro que es bueno!”. Y cuando El Follonero le espeta que será bueno para el hombre pero no para la mujer, el imam responde: “Ella es celosa, no acepta, ¿pero qué [va a] hacer?”. Sobre el velo responde el imam: “El velo es una obligación en el islam. Todas las mujeres musulmanas tienen que llevarlo”.
A no desdeñar un catalán que se aparece en la escena sin que nadie la haya llamado, el cual, aunque se muestra seguidor incondicional de Anglada, -procedente como se sabe del entorno de la extrema derecha española-, exhibe el más rancio nacionalismo catalanista, negándose a responder en español al Follonero, que le está hablando en esa lengua, llamándole “charnego de mierda” y mandándole al mismo lugar, entre otras lindezas.
Muy aleccionador el programa. Por ponerle algún pero a El Follonero, produce un cierto regustillo verle comportarse más complaciente con el imam poligamista que no condena a Ben Laden que con el político fanático del lenguaje obtuso y las ideas confusas. Y es que si escuchar a Anglada produce desazón, escuchar al imam -presentando, por cierto, la mejor de sus caras, no quiero ni imaginármelo cabreado- produce pánico. En descargo del periodista, el ambiente que se encuentra en la mezquita tampoco da para mayores florituras.
En cualquier caso, el que abordaba ayer El Follonero es un problema a considerar. Y tendremos que hacerlo. Con moderación, con inteligencia, con reflexión. Pero a nada nos conducirá, desde luego, hacer como que no existe.
©L.A.
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