Año del Señor 2021
20 de agosto
 
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 
 
¿DERECHO A EQUIVOCARME?
 
Ahí vamos, sor Agustina y yo, con nuestro oficio. Ella es muy experimentada en todo, pues ya había estado en la sacristía muchas otras veces, sin embargo, hay una cosa con lo que nos lo pasamos genial… ¡con las flores! 
 
En esos ratos en que nos toca colocarlas para el Sagrario, o para la Virgen… nos miramos mutuamente y nos echamos a reír pensando: “menudas dos nos hemos ido a juntar para esto”. Eso sí, cariño, oración y dedicación no nos falta; que quede mejor o peor, eso ya es otra cosa.  
 
Ayer precisamente le daba gracias al Señor en la oración, porque veía nuestros dos últimos arreglos florares para la exposición del Santísimo, y no es que nos hubieran quedado muy, muy bien, sin embargo, como digo, le daba gracias al Señor por poder contar con una comunidad con la que tengo la oportunidad de equivocarme, de hacerlo mejor, de hacerlo peor. No solo me dan la oportunidad, sino que en seguida muestran todo su apoyo (imagino que con la esperanza de que mejoremos con la práctica). 
 
Y me daba cuenta de que, cuando hay un clima de amor, puedes equivocarte, pueden incluso decírtelo con cariño, pero sabes siempre que es para tu bien, y no lo sientes como una regañina. Y del mismo modo, en ese clima experimentas todo el apoyo para continuar adelante, para dar un paso más en la vida. 
 
Pero le decía al Señor, que, claro, ¿y las situaciones que tantas veces se viven en que el clima no es precisamente así? Y en seguida me sorprendió su respuesta “cuando te dejas amar por mí, el mundo es tu casa”.
 
Qué bueno, porque es real, Él es el apoyo que siempre permanece, Él es la Verdad que siempre pacificará nuestra vida, Él es quien siempre desea nuestro bien, y Su Amor es el que nos hace libres, porque con Él nos sentimos protegidos y “en casa”, estemos donde estemos o con quien estemos. Es Él quien nos da la libertad, porque Él no lo quiere todo perfecto, sino enamorado. 
 
Hoy el reto del amor es ser libre. Deja que Cristo te libere de tu propia imagen que te gustaría mantener y, cuando te equivoques o no salgan las cosas tan perfectas como te gustaría, mírale a Él y juntos os reiréis de la situación, con la Paz que es propia del que se sabe totalmente amado. 
 
VIVE DE CRISTO
 
¡Feliz día!
 
©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)

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