Tal sería el caso si el republicano Mitt Romney ganara las elecciones primarias de su partido, el Partido Republicano, -cosa para la que partía como favorito aunque actualmente su situación se halle algo más en entredicho-, y después, en el enfrentamiento definitivo por la presidencia, ganara las próximas elecciones presidenciales a celebrar en los Estados Unidos.
En una entrevista para el Atlantic Monthly, Sridhar Pappu preguntó a Romney: “¿Cuánto es Vd. de mormón?”. Esta fue la respuesta del hoy candidato a ser el candidato republicano a la Casa Blanca:
“Los principios y valores que me enseñaron como fe, son valores que aspiro a vivir y son tan americanos como la patria o el pastel de manzana. Mi fe cree en la familia, cree en Jesucristo. Cree en el servicio a los vecinos de uno y a la propia comunidad. Cree en el servicio militar. Cree en el patriotismo; de hecho cree que esta nación tuvo una fundación inspirada(1). Es de alguna manera una fe esencialmente americana, y esos valores son valores en los que aspiro a vivir. No soy perfecto, pero soy alguien que aspira a ser una buena persona según se define en el concepto bíblico judeo-cristiano que nuestra sociedad reconoce”.
Pero su condición mormona podría traer a Romney problemas en un país en el que un 40% de los cristianos se consideran abiertamente practicantes, un tercio de la población considera que el mormonismo no es una confesión cristiana, y menos de un 2% son mormones. Razón que es aquella por la que muchos creen que Mitt no acostumbra a referirse a su condición mormona, y que podría incluso estar en la base de la aversión que ha exhibido a presentar su declaración de la renta, en la que, cuando finalmente lo ha hecho hoy mismo, hemos sabido que dedica 7 millones de dólares a la caridad, la mayoría de esos fondos a través precisamente de su comunidad religiosa.
Ni que decir tiene que si Mitt Romney, -que ya se presentó a las primarias republicanas en 2008 donde perdió ante McCain-, fuera elegido presidente de los Estados Unidos en las elecciones del próximo 6 de noviembre, sería el primer mormón en ocupar la más alta magistratura de la gran potencia mundial.
No así, en cambio, el primero en presentarse a unas elecciones, pues el propio fundador de los mormones, Joseph Smith ya lo hizo en 1844, poco antes de que las turbas lo lincharan y asesinaran cuando se hallaba detenido en la prisión de Cartaghe (Illinois).
©L.A.
(1 Igualito igualito que uno que yo me sé, para quien su nación, por el contrario, era algo “discutible y discutido”. ¡Dios mío, por lo que hemos tenido que pasar en este país de nuestros dolores para ser progresistas!
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