Los islamistas cubren el verde manto del totalitarismo islámico sobre el norte de África, pero no sólo en esta región del globo la Espada del Islam se alza para combatir al infiel.
En Nigeria Boko Haram, que significa “la educación occidental es pecado” ha cometido una serie de atentados causando la muerte de más de 256 cristianos, que han sido asesinados por el mero hecho de ser cristianos, lo que significa ser un infiel ante los ojos de un fiel devoto del Islam, y este infiel es merecedor de la muerte, por el mero hecho de no convertirse al Islam o por no retirarse del territorio que las huestes del Islam están conquistando.
Occidente duerme su noche más larga, en el sopor del hedonismo y del relativismo moral, que iguala todas las creencias y religiones y minimiza los crímenes perpetrados por los creyentes más fervientes del Islam, hasta el punto de considerarlos irrelevantes.
Los europeos, en general, duermen narcotizados por la indolencia moral, por la indiferencia y por la insolidaridad, recubiertas con una capa de intelectualismo que no resiste la más mínima crítica.
Los musulmanes europeos mantienen un absoluto silencio, silencio cómplice, ante la barbarie que cometen sus correligionarios. Las iras, furias, furores, arrebatos, y enojos de estos son contra quienes les relacionan con la violencia, pero callan ante los atropellos mortales que sus correligionarios cometen en nombre de la misma religión, del mismo Alá, del mismo Corán.
Mientras en Nigeria se lleva a cabo una limpieza religiosa contra los cristianos, limpieza islámica financiada por Arabia Saudita, y los europeos que se autopresentan como solidarios enmudecen ante los crímenes de aquellos que los perpetran amparados y legitimizados por el Corán.
¡Cuántos españoles han protestado por las corridas de toros? ¿Cuántos europeos se han manifestado contra el abuso y maltrato de los animales? Pero ¿Cuántos de estos se manifiestan contra el abuso y maltrato de los nigerianos cristianos?
Ante esta progresía, y no sólo la “progresía”, sino también ante muchos gobiernos occidentales, estos negros valen menos que los toros en España y los animales en Europa.
NOTAS