Culminan el domingo, 22 de enero, en Córdoba, las celebraciones organizadas con motivo del cursillo Número Mil, con una Eucaristía de Acción de Gracias en la Santa Iglesia Catedral, presidida por el cardenal Stanislaw Rylko. A lo largo de estos dias, mil voces y clamores se han ido levantando como olas de recuerdos lejanos y de horizontes cercanos, evocando la experiencia de haber vivido y realizado el cursillo de Cristiandad. Desde la atalaya de la sociedad que nos ha tocado vivir, así contemplamos el hermoso paisaje de un cursillo.

1. ¡Dios a la vista! Descúbrelo tú, encuéntrate con Él, ábrete a su amor, disfruta con su presencia. Será una experiencia maravillosa.

2. Alguien te espera siempre en cualquier recodo del camino y en todas las encrucijadas de tu vida: ¡No pases de largo!

3. El cursillo de Cristiandad es Encuentro, pero un encuentro que cambiará tu vida hasta la cima de la verdadera felicidad.

4. ¡No tengas miedo! El cristianismo comienza, -nos lo dice Benedicto XVI- con el encuentro con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva.

5. "Cristo y yo, mayoría absoluta", proclaman los cursillistas.¡Con Él, la victoria está asegurada! ¡Porque Él tiene la última palabra de la historia: una palabra de amor, de vida, de resurrección, de felicidad!

6. Cuando llames a la puerta de la Casa de Cursillos, oirás una voz que te dice al oído: "¡Entra. Te esperaba!".

7. ¡Cuántos, miles y miles de rostros, de miradas anhelantes, se encontraron con Cristo en un cursillo de Cristiandad!

8. Lo esencial, lo importante, lo más grande: ¡Descubrir que cada uno de nosotros es locamente amado por Dios en Cristo Jesús!

9. ¡El amigo te invitará al cursillo, pero quien te espera es Dios!

10. Mil cursillos en Córdoba, un mar infinito de gracias y de dones. ¡No te mueras de hambre, ni de sed, cuando el manantial está tan cerca!