Por si a alguno le sirve, comparto esta vieja oración que escribí hace años, en mi primera juventud.

Vocación

Acabo, Señor, de dejarme
por fuera todos los ruidos.
ansío dejar que me hables
asumir tu dulce sonido.

Aquí, un corazón vacío
dispuesto a acoger tu llamada,
dispuesto a seguir tu camino.

Tú conoces, Señor, bien mi sino.
Pensado está desde siempre.
Más quieres que sea valiente
y libre despierte a tu grito.

No sé si me quieres sagrado
o padre de múltiples hijos.
Sé que he de oir tu llamado
a ser santo como lo fue Cristo.