Pero imaginémonos que un sacerdote o pastor cristiano incita a asesinar a musulmanes que rezan en una mezquita, tendríamos la noticia hasta en la sopa, y con elucidaciones “intelectualísimas”, en la que “expertos” debatirían sobre la culpa del cristianismo, y del Papa sobre el hecho.
Pero si esto lo cometen devotos del Islam, junto el silencio cómplice del resto de sus correligionarios aquí en Occidente, no sólo no hay debate, sino que no hay ni noticia.
En el noreste de Nigeria cuatro fieles musulmanes dispararon dentro de una iglesia contra cristianos que estaban rezando, causando la muerte a seis de ellos, y diez resultaron heridos.
Tampoco los izquierdistas son capaces de hacer sus análisis, ellos que se creen los más cultos de entre los antisemitas, lo que no es mucho decir, ni critican el islamismo ni su uso por Arabia Saudita y/o Irán para controlar Nigeria, el gran productor petróleo en África.
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