En Nigeria se reproducen sistemáticamente los ataques contra iglesias, las matanzas de cristianos, y las amenazas de los devotos y fieles más fervientes del Islam, como las pronunciadas por Abul Qaqa, portavoz de Boko Haram, grupo musulmán que asesina cristianos para implementar el Islam en Nigeria.
Este grupo musulmán ha dado tres días a los cristianos nigerianos para que abandonen el norte del país, y en caso de que no lo hagan serán atacados y asesinados.
Muchos cristianos nacidos en el norte del país no tienen a donde ir y temen ser asesinados. Los países musulmanes como Arabia Saudita apoyan económicamente al movimiento islamista Boko Haram con el objetivo de controlar islámicamente Nigeria, el gran productor africano de petróleo, mientras las naciones occidentales desvían la mirada para no irritar a los amos islamistas y evitar que cometan atentados en suelo europeo y que disminuya el suministro petrolero.
La táctica occidental del avestruz es pan para hoy y hambre para mañana, y de considerable insolidaridad con los oprimidos y maltratados cristianos de Nigeria y de los países sometidos a del Islam.
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