Todo el mundo conoce este dicho. Pero la realidad es que aplicado al orden de la vida espiritual, prácticamente nadie lo tiene muy en cuenta. Otra cosa es en el orden material; las grandes empresas, hasta tienen departamentos para analizar el futuro y crear planes de desarrollo, de acuerdo con un detallado análisis de las perspectivas de mercado y la situación económico política de la nación. Es mucho el dinero que se gastan en la confección de estos planes En cuanto a las llamadas Pymes, acrónimo de Pequeñas y medianas empresas, también de acuerdo con su importancia tienen sus planes de futuro, al igual que los llamados autónomos y el resto de personas, pues todo el mundo de acuerdo con sus posibilidades económicas los tiene, aunque solo sea una previsión in mente, tienen una previsión de futuro, más o menos ajustada a la realidad, pues el ser humano unas veces se pasa de pesimista, y otras de optimistas, fabricando cuentos de la lechera. Y precisamente todos estos planes pertenecientes al orden material. se formulan para poder ganar más dinero, pues eso es de lo que se trata

 

            Pero en el orden espiritual, las cosas son muy distintas. De entrada las empresas, sean grandes o pequeñas carecen de alma y por consiguiente los planes de carácter espiritual, solo pueden formularlos las personas no físicas. Y en estos planes espirituales la finalidad no consiste en ganar más dinero, sino en ganar más amor, pues la meta de nuestra vida espiritual, no consiste en ganar dinero, ya que en la futura vida que nos espera, este no nos hará ricos como aquí abajo lo hace al que lo obtiene, sino en ganar amor.

             
             Estamos aquí abajo para superar una prueba, que es una prueba de amor al Señor y el más rico en la vida futura será siempre el que más cantidad y calidad de amor haya sido capaz de generar en esta vida con respecto primeramente al Señor y después al resto de nuestro prójimo. “Habéis oído que fue dicho: Amaras a tu prójimo y aborrecerás a tus enemigos. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre, que esta en los cielos, que hace salir el sol sobre malos y buenos y llueve sobre justos e injustos. Pues si amáis a los que os aman, ¿que recompensa tendréis? ¿No hacen eso también los publicanos? Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿que hacéis de más? ¿No hacen eso también los gentiles? Sed, pues, perfectos, como perfecto es vuestro Padre celestial”. (Mt 5,43-47).

 

Amar al prójimo es amar al Señor, derrochar nuestro amor con el prójimo es derramarlos sobre el Señor, por ello ya en el A.T. el profeta Isaías escribía: “¿No será partir al hambriento tu pan, y a los pobres sin hogar recibir en casa? ¿Que cuando veas a un desnudo le cubras, y de tu semejante no te apartes? Entonces brotará tu luz como la aurora, y tu herida se curará rápidamente. Te precederá tu justicia, la gloria de Yahvéh te seguirá. Entonces clamarás, y Yahvéh te responderá, pedirás socorro, y dirá: Aquí estoy”. (Is 58,7-9). Amar al prójimo, es un algo que nos vincula extraordinariamente, con el amor al Señor, cuando amamos a otra persona, a otro ser humano, aunque nos sea católico, ni siquiera cristiano, aunque sea nuestro enemigo, estamos amando al Señor, pues él es una criatura creada y amada por el Señor. Por ello San Juan nos dice: “Queridos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. 8 Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor”. (1Jn 4,7-8).

 

            Pero centrándonos en el tema de nuestros posibles proyectos de futura vida espiritual que es aquí lo que nos interesa, no es conveniente plantearnos grande proyectos, por la sencilla razón de que es muy fácil decir voy hacer, pero es muy difícil cumplir luego, porque la mente por medio de la imaginación siempre está muy dispuesta y se desborda sin sopesar las posibilidades reales de realización, ya que estas no dependen de la mente sino de la voluntad y entonces esto ya es harina de otro costal. Hace falta una fuerte voluntad, una voluntad germánica, una voluntad perfectamente educada, para llevar siempre a cabo nuestros proyectos. Y esta clase de voluntad no suele ser muy corriente, por ello es necesario ser prudente, en fijarse uno las metas que quiere alcanzar. Hay que recordar el dicho de que el infierno esta empedrado con losas de buena voluntad. Por otro lado no olvidemos que una de las artimañas más frecuentes que utiliza el demonio, es crear en nuestras mentes y alentar el impulso de hacer grandes cosas en favor del servicio del Señor, pues el bien conoce la fragilidad de nuestra voluntad y sabe que enseguida nos daremos por vencidos en una ingente tarea.

   

            Por  todo lo dicho, es mejor que nos impongamos pequeñas metas que diariamente podamos cumplir, pues si no hay constancia en nuestras prácticas piadosas, nunca habrá vida espiritual sana y fuerte, ya que el desarrollo de la vida espiritual humana, se realiza comiendo nuestros alimentos espirituales, sacramentos, oraciones y otras prácticas piadosas, siempre en el plato de la perseverancia. Mi abuela decía: Dios nos libre del empujón de un vago, y así es de nada sirven los llamados fervorines con los que muchos salen de unos ejercicios espirituales, si no hay perseverancia, lo único que se consigue es darle al demonio una losa más para empedrar el suelo del infierno.

 

Mi más cordial saludo lector y el deseo de que Dios te bendiga.

 

             Otras glosas o libros del autor relacionados con este tema.

-        Libro. ENTREGARSE A DIOS. Isbn.-

-        Libro. RELACIONARSE CON DIOS.-

-        Libro. LA SED DE DIOS.-

-        Importancia de la vida espiritual. Glosa del 07-03-10

-        Nuestra vida íntima. Glosa del 06-01-11

-        ¿Nos queda mucho o poco tiempo? Glosa del 04-04-11

-        ¿Puedo hacer algo más? Glosa del 27-10-11

-        Una casa para el alma. Glosa del 20-12-11

-        Desarrollo de nuestra vida espiritual. Glosa del  09-01-12

-        ¿Cuánto es, lo que podemos?  Glosa del 11-07-11