San José, en medio de la turbación, recibe el mensaje del ángel y acoge a María sin condiciones previas. “Muchas veces ocurren hechos en nuestra vida cuyo significado no entendemos. Nuestra primera reacción es, a menudo, de decepción y rebelión. José deja de lado sus razonamientos para dar paso a lo que acontece y, por más misterioso que le parezca, lo acoge, asume la responsabilidad y se reconcilia con su propia historia. Si no nos reconciliamos con con nuestra propia historia, ni siquiera podemos dar el paso siguiente, porque siempre seremos prisioneros de nuestras expectativas y de las consiguientes decepciones”.
José no busca explicaciones, acoge el misterio como parte de su vida Lo que a ella llega, forma parte del amor del Señor sobre él. Es una forma preciosa para vivir nuestro sentido cristiano en medio de las dificultades. José no es un hombre que se resigna pasivamente. Es un protagonista valiente fuerte. La acogida es un modo en que se manifiesta en nuestra vida el don de la fortaleza que nos viene del Espíritu Santo. Solo el Señor puede darnos la fuerza para acoger la vida tal como es, para haer sitio incluso a esa parte contradictoria,
San José recibe también una palabra llena de sentido en aquella circunstancia: <<José, hijo de David, no temas>>. En este momento es bueno recordarlo: <<No temáis>>. “La vida cada uno de nosotros puede comenzar de nuevo milagrosamente si encontramos la valentía para vivirla según el Evangelio. Y no importa si ahora todo parece haber tomado un ritmo equivocado, ni si algunas cuestiones son irreversibles. Dios puede hacer que las flores broten entre las rocas. Aun cuando nuestra conciencia nos reproche algo, Él e <<es más grande que nuestra conciencia y lo sabe todo>>”.
El cristiano no rechaza la realidad porque sabe que todo es para su bien. <<Sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien>>. Aun lo que llamamos mal, dice San Agustín.
“La acogida de José nos invita a acoger a los demás, sin exclusiones, tal como son, con preferencia por los más débiles, porque Dios elige los que es débil, es <<padre de los huérfanos y defensor de las viudas>> y nos ordena amar al extranjero. Deseo imaginar que Jesús tomo de las actitudes de Jose el ejemplo para la parábola del hijo pródigo y del padre misericordioso”.