En la actualidad, sobre todo en España, así como en otros países Europeos, ya casi es normal ver en colegios, impartir a los niños sesiones de Mindfulness. Incluso algunos de estos, se tratan de centros educativos católicos que quizá lo hacen por desconocimiento, o simplemente, porque no ven el peligro a lo que pueda conllevar utilizar técnicas orientales en sus alumnos, pero lo cierto es que, pese a todo, están promoviendo a la Nueva Era.
Concretamente el método de meditación llamado “Mindfulness” o también conocido como “atención plena, conciencia plena” forma parte de las disciplinas nueva era que han entrado en la sociedad a través de la sicología y que busca poner el “yo” por encima de “Cristo”. Buscan así el progreso personal sin necesidad de recurrir a Él.
¿Qué es el Mindfulness y por qué decimos que es parte de la Nueva Era?
La expresión Mindfulness es el nombre que se da a unas técnicas de meditación de origen oriental, es una traducción de la palabra en pali “sati”, el pali era una lengua vernácula similar al sanscrito, que se hablaba en los tiempos de Buda. Dicha palabra significa “rememorar o recordar” por ello se puede decir que el “sati” o “mindufulness” es la capacidad humana de estar en el presente y de recordarnos que estamos en el presente, una y otra vez.
Mindfulness sería por tanto el prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente, permite reconocer lo que está sucediendo mientras está sucediendo, aceptando activamente el fluir de la experiencia tal cual se está dando. Así es que, aunque experimentemos algo desagradable (por cierto, algo inevitable en la medida en que estemos vivos), podremos ahorrarnos el sufrimiento añadido de tener que lograr que aquello desagradable desaparezca. Quedarse solo con lo que experimentamos sin agregar nada más es lo que la práctica de mindfulness permite. Mediante este método se intentan controlar los pensamientos de las personas.
La persona que más ha influido en estas técnicas, y es el referente mundial de la atención plena es Jhon Kabat Zinn, introdujo estas técnicas en occidente hace como 30 años y desde entonces se han empezado a desarrollar por muchos psicólogos en sus consultas, y también en centros educativos, sin ver el peligro que esto trae.
El tomar conciencia del momento presente, de la realidad, está basado en la “meditación oriental Vipassana (vipashiana)”. Estas técnicas son muy antiguas en la India, consisten en no juzgar las realidades, simplemente ser conscientes de ellas, creen que te “auto purificas, mediante una auto-observación”. El Mindfullness no juzga si lo que tu tomas consciencia es bueno o es malo, si las emociones, pensamientos, sensaciones, son correctas o erróneas, no eso no es en lo que se basa dicha práctica, sino en enfocar la atención en ellas, sin preocuparse ni tampoco sin buscar soluciones.
Se usa para vencer el estrés y la ansiedad, algo que en estos tiempos es muy común, por eso tiene tanto éxito, el problema es que se realiza a través de formas de meditación budistas, mezclándolas con el cristianismo que habitualmente profesa la sociedad europea, dando resultados nefastos. Al ser de origen budista, lo que busca es la meditación personal, pensando en el yo personal, podemos encuadrarlo dentro de la Nueva Era.
¿Por qué es incompatible con la fe católica?
Debemos tener en cuenta que la fe católica, tiene la plenitud de la verdad, la plenitud de los medios de salvación. Teniendo esto claro, aun cuando en otras religiones puede haber semillas de verdad, nosotros poseemos toda la verdad, por tanto, es absurdo acudir a otros cuando lo tenemos todo. Sin embargo, como esto ya no se predica, ni se advierte, cada vez son más las personas que se alejan de la Iglesia para practicar terapias new age.
Veamos que dice el catecismo y el magisterio:
2726 En el combate de la oración, tenemos que hacer frente en nosotros mismos y en torno a nosotros a conceptos erróneos sobre la oración. Unos ven en ella una simple operación psicológica, otros un esfuerzo de concentración para llegar a un vacío mental. Otros la reducen a actitudes y palabras rituales. En el inconsciente de muchos cristianos, orar es una ocupación incompatible con todo lo que tienen que hacer: no tienen tiempo. Hay quienes buscan a Dios por medio de la oración, pero se desalientan pronto porque ignoran que la oración viene también del Espíritu Santo y no solamente de ellos. (Catecismo Iglesia Catolica).
El Catecismo advierte sobre “conceptos erróneos” de la oración. Dentro de la oración esta la contemplación y la meditación, por tanto, está advirtiendo sobre conceptos erróneos a la hora de meditar, “ no son operaciones psicológicas” o “esfuerzos por llegar a vacio mental” o “palabras rituales” la oración cristiana es conversar con Dios, como si éste fuera tu Padre o tu amigo, elevar tu corazón y tu mente a él.
El 15 de Octubre de 1989 una carta a los Obispos nos habla sobre algunos aspectos de la meditación cristiana y dice:
Con la actual difusión de los métodos orientales de meditación en el mundo cristiano y en las comunidades eclesiales, nos encontramos ante un poderoso intento, no exento de riesgos y errores, de mezclar la meditación cristiana con la no cristiana.
- La mayor parte de las grandes religiones que han buscado la unión con Dios en la oración han indicado también caminos para conseguirla. Como «la Iglesia católica nada rechaza de lo que, en estas religiones, hay de verdadero y santo», no se deberían despreciar sin previa consideración estas indicaciones, por el mero hecho de no ser cristianas. Se podrá, al contrario, tomar de ellas lo que tienen de útil, a condición de mantener la concepción cristiana de la oración, su lógica y sus exigencias, porque sólo dentro de esta totalidad esos fragmentos podrán ser reformados y asumidos
Es especialmente significativo esto de que hay que mantener la concepción cristiana de la oración, su lógica y exigencias, pues las técnicas de meditación budistas, concretamente “la atención plena” es opuesta a la concepción cristiana de la meditación, que es elevar el corazón y la mente a Dios, en la budista, tu te centras en ti mismo no en Dios. En definitiva podemos mostrar claramente las diferencias entre la meditación cristiana auténtica y el mindfulness:
En la meditación cristiana, el cristiano medita sobre Cristo o sobre Dios, piensa en sus palabras y en sus obras es en definitiva una meditación cristológica:
Salmos 119:97¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.
Salmos 119:15 En tus mandamientos meditaré; Consideraré tus caminos.
Salmos 104:34Dulce será mi meditación en él; Yo me regocijaré en Dios.
La Santísima Virgen María debe ser ejemplo de meditación para nosotros, ella meditaba las palabras de Dios:
María, por su parte, guardaba todas estas cosas en tu corazón y meditaba acerca de ellas. Lucas 2,19.
El que la meditación cristiana sea basada en Dios es algo que ya se practicaba desde los albores del cristianismo, por ejemplo, San Ambrosio, nos dirá: ¿Por qué no ocupáis en la lectura el tiempo que no estais en la Iglesia? ¿Por qué no os ocupais en Jesucristo?¿Porque no le habláis?¿Porque no le escucháis? Pues se le habla cuando se ora y se le oye cuando se leen sus divinos oráculos (San Ambrosio De Officis c21).
Por el contrario, la meditación budista y el mindfulness se centra en el yo, y en lo que pasa a mi alrededor, sin tener en cuenta para nada a Cristo, convirtiéndome a mi en el centro de todo, haciéndonos olvidar a Cristo.
Como no juzgas tu sentimientos, ni tus emociones, es como si escaparas del sufrimiento, escaparas del dolor, esto es algo común dentro del budismo, sin embargo esto va en contra del cristianismo quien se ha identificado siempre con el dolor a través de la Cruz de Cristo, el dolor nos acerca y une a Dios:
Ahora me alegro en medio de mis sufrimientos por ustedes, y voy completando en mí mismo, lo que falta de las aflicciones de Cristo, en favor de su cuerpo, que es la iglesia. Colosenses 1,24
¿Hay alternativas cristianas al mindfulness?
La respuesta es sí, claramente la alternativa es “Cristo”, que nunca esta pasado de moda, para ello la Iglesia nos propone los métodos de meditación que durante 2000 años ha venido practicando y que los manuales de teología espiritual recogen, citaré solo algunos tomados del libro ”Sintesis de la Espiritualidad Catolica”, del Padre Jose María Iraburu:
- 1) Meditar oraciones vocales, palabra por palabra, rumiar -como los monjes primeros- frases de la Escritura.
- 2) Lectio divina: ponerse en la presencia de Dios, leer, meditar lo leído, hablar con el Señor sobre ello; es método muy clásico, con muchas variantes.
- 3) Orar leyendo un libro: «Es gran remedio tomar un buen libro, aun para recogeros para rezar vocalmente, y poquito a poquito ir acostumbrando el alma» a tratar con Dios
- 4) Orar escribiendo: es cosa que ayuda a algunos a recoger la mente en Dios.
- 5) Ejercitar fe, esperanza y caridad, por orden, sobre un tema, ante el Señor.
- 6) Considerar un tema 1º, contemplándolo en Dios; 2º, viéndolo en uno mismo, en los propios criterios, actitudes y costumbres; 3º, meditándolo en relación al mundo de los hombres, en lo que piensan y hacen al respecto.
Finalmente, para combatir el estrés y la ansiedad no hay nada mejor que estar un rato delante del Santísimo, exponiéndole a Cristo todos tus problemas, estoy convencido que Él te ayudará a solucionarlos, sin necesidad de recurrir a métodos orientales.
Jesús Urones