Más allá de las propuestas que sobre el tema que da título a este artículo realizan los dos grandes partidos del país, PP y PSOE, existen en el panorama patrio otras propuestas sobre el mismo realizadas por opciones políticas llamadas, todas ellas, a formar parte del escenario parlamentario en las próximas elecciones generales del 20-N. Echémosles pues, también, un vistazo a ellas.
Para empezar UPyD, un partido que, en su momento, mostró cierta beligerancia a la Ley Aído. Pues bien, en su programa, nada dice sobre aborto o maternidad. Me ha llamado poderosamente la atención incluso la carencia de un epígrafe en el que haber podido incluir el asunto. Nada que se llame familia, infancia, maternidad… creo que el de UPyD es, en general, un programa francamente mejorable. Lo más parecido, los epígrafes “Restauración del sistema nacional de salud” y “Atención a colectivos vulnerables” en los que, como digo, no encuentro nada.
El PNV, en un programa breve de apenas 37 páginas, vago como pocos y probablemente el de menor calidad de cuantos he leído, que no habla de otra cosa que no sea Euskadi incurriendo en una especie de obsesión enfermiza en la que no incurre ni el de CiU, nada dice tampoco sobre el tema.
CiU, cuyo programa, por cierto, he sido incapaz de encontrar en español (prefiero creer que existe, no puedo aceptar que la cerrazón nacionalista esté llegando a semejantes grados de insensatez), tiene un epígrafe específico llamado “infancia” y otro llamado “familia, conciliación de la vida familiar, servicios a las familias”, un tercero denominado “salud” y un cuarto denominado “igualdad” en los que lo único que encuentro mínimamente relacionado es lo siguiente:
“Elaboraremos un plan de apoyo a nuestras adolescentes embarazadas, que integrará medidas de apoyo psicológico en la toma de decisiones, de educación para la maternidad, de mediación familiar, de ayudas, de apoyo personal en el centro docente y de flexibilización del período de escolarización que le permita cursar la enseñanza en diversos años académicos para poder encargarse de su niño”.
Y eso que hay quien cree que si el PP no alcanzara la mayoría absoluta y decidiera acometer la reforma de la Ley Aído, podría contar con la colaboración de CiU. A tenor del escaso entusiasmo de su programa sobre el tema, me temo que no sea mucho lo que con la coalición se pueda concertar.
Coalición Canaria acude a las elecciones en coalición con Nueva Canarias en un bloque denominado Unidos por Canarias, en cuyo programa podemos leer:
“CC-NC se compromete a evitar retrocesos en la legislación que afecten al derecho de las mujeres a la libre elección de la maternidad, en especial lo contemplado en la Ley sobre Salud Sexual y Reproductiva”.
De más no va recordar que Coalición Canaria, como CiU, es en quienes algunos confían para sacar adelante una reforma de la Ley Aído si un gobierno en minoría del Partido Popular se decidiera a acometerla. ¿Les parece a Vds. que es mucho lo que, según lo que acabamos de leer, cabe esperar de CC?
En cuanto al Foro Asturias que, como saben, se presenta en Asturias y en Madrid, en su epígrafe “Familia” dentro del capítulo “Políticas sociales”, realiza esta tan escueta como vaga afirmación:
“Se arbitrarán medidas de protección a la maternidad en general y se implantarán medidas de ayuda a las madres gestantes, en situación de desamparo”
He dejado deliberadamente para el final el programa de Izquierda Unida, en el que encuentro estas perlitas cultivadas con el esmero y el cariño del celoso maestro perlero, incluídas dentro del epígrafe “Derecho sexuales y reproductivos”, dentro del capítulo “Propuestas feministas”, una clasificación que anticipa la bazofia que se dispone Vd. a leer:
“Los derechos sexuales y reproductivos garantizan la libre decisión sobre cómo vivir el propio cuerpo. Incluyen la libre decisión de las mujeres a practicar la sexualidad sin estereotipos sexistas y sin la coerción social que determine forzosamente la maternidad. Son los derechos que las mujeres tenemos a compartir sexualmente nuestra vida sin determinaciones morales o religiosas prefijadas o impuestas.
Consideramos además que el heterosexismo, como construcción social imperante, sigue siendo la forma predominante de relaciones sexuales que no compartimos. No sólo por lo que significa de desigualdad entre los sexos, ya que la imposición heterosexual sigue siendo una forma de opresión contra las mujeres, sino porque defendemos relaciones amorosas, afectivas y sexuales de las personas, independientemente de su sexo biológico”.
Y dentro del epígrafe “Propuestas para la igualdad entre hombres y mujeres” este nuevo regalito, que pretende convertir a España no ya en un país abortista más, sino en el gran paraíso mundial del aborto:
“Despenalización total en el Código Penal de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, partiendo del reconocimiento del derecho a la IVE[1] basado en la libre decisión de la mujer y que garantice su práctica en las 24 primeras semanas en la Sanidad Pública. Además esta cobertura debe estar garantizada en cualquier momento de la gestación si supone un peligro para la vida de las mujeres”.
Afirmación particularmente insidiosa la última, destinada a hacer creer al electorado que en la legislación y en la práctica médica actuales la vida de las madres es prescindible y "supeditada", cuando la alternativa en cuestión no se da ni en la ley ni en la praxis médica.
©L.A.
[1] Las siglas se corresponden con “interrupción voluntaria del embarazo”, o sea finalización provocada de la vida del feto.
Otros artículos del autor relacionados con el tema