Buenos amigos de Cristo
El 21 de octubre de 2010 tuvo lugar en el Seminario Conciliar de Madrid la ceremonia de apertura de la Causa de Martirio de los Siervos de Dios Ignacio Aláez Vaquero y diez compañeros mártires. Con tal motivo escribía Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo para Alfa y Omega:
“El 18 de julio de 1936, estábamos comiendo en el seminario de Madrid. Bajó el portero para decirnos que estaban las turbas para apoderarse del seminario. Enseguida nos fuimos a la capilla a consumir las Sagradas Especies; y, vestidos de paisano, tuvimos que salir por la puerta posterior que había en la huerta del seminario. Nos separamos, y cada uno se fue a su casa. Al día siguiente, el domingo 19 de julio, llamé al seminario preguntando si podía ir a celebrar la Santa Misa, y me contestó un miliciano diciendo que me iba a escabechar”. Éste es el relato de uno de los testigos que estuvieron presentes en el seminario de Madrid y que recoge José Francisco Guijarro en su libro Persecución religiosa y Guerra Civil. La Iglesia en Madrid, 19361939 (ed. La Esfera de los Libros).


Entre ellos, el Siervo de Dios Cástor Zarco García (fotografía de la derecha), que fue ordenado subdiácono el 6 de junio de 1936. Comenzada la Guerra Civil, fue movilizado y enrolado en la Brigada de El Campesino. Estaba hospitalizado en Alcalá de Henares cuando fue reconocido y delatado como seminarista por algunos paisanos suyos, siendo fusilado en septiembre de 1937.
Fue sólo el comienzo. En esos días, siete seminaristas de Madrid recibieron la palma del martirio; además de ellos, murieron dos seminaristas de otras diócesis que estaban en la capital por esas fechas; y dos familiares de dos de ellos, que les acompañaron al martirio.

           El grupo de Siervos de Dios lo forman: Ignacio Aláez Vaquero, Pablo Chomón Pardo, Antonio Moralejo Fernández-Shaw, Jesús Sánchez Fernández-Yañez, Miguel Talavera Sevilla, Ángel Trapero Sánchez-Real, Cástor Zarco García, Mariano Arrizabalaga Español, Ramón Ruiz Pérez, todos ellos seminaristas, Julio Pardo Pernía, sacerdote tío del seminarista Pablo Chomón, y Liberato Moralejo Juan, seglar padre del seminarista Antonio Moralejo, ambos martirizados junto con los seminaristas.

            La introducción de la Causa de canonización de estas once personas se ha hecho gracias al trabajo de su postulador, padre Miguel C. Vivancos Gómez, O.S.B., y de don Francisco Javier Real y el padre redentorista Antonio Manuel Quesada. El padre Vivancos ha escrito una breve relación de las circunstancias en las que encontraron el martirio.
 Hoy recordamos a dos de ellos: uno el titular del Proceso, que sufrieron martirio un 9 de noviembre, hace 75 años.
Siervo de Dios Ignacio Aláez Vaquero
           Nacido en Madrid, entró en el Seminario Conciliar en 1930. El 9 de noviembre de 1936, nueve milicianos fueron a detener a su padre, denunciado por un familiar. Preguntaron a Ignacio por qué no se había incorporado a filas, y contestó que era estudiante y se preparaba al sacerdocio, por lo que también se lo llevaron. Fue llevado a la Checa de Líster, y asesinado junto a su padre, esa misma tarde, junto al cementerio de Fuencarral.

          Es bueno recordar que en Madrid se contablizan 225 checas. Enrique Líster tenía su cuartel general en la calle Lista en los números 25 y 29; y su checa, en el número 29, en donde se interrogó, torturó y se llevó a cabo más de 70 asesinatos registrados por la Causa General (Causa General, Madrid, 1943, pág. 86).
 


Siervo de Dios Ángel Trapero Sánchez-Real
Nacido en Navalcarnero (Madrid). A los trece años, Ángel ingresó en el Seminario Conciliar de Madrid. Era el curso 19291930 y sus notas fueron siempre excelentes.
Fue detenido el 11 de octubre de 1936 por la Brigada de García Atadell. Llevado a la Dirección General de Seguridad, ingresó en la cárcel de Porlier el 17 de octubre, fue sacado el 9 de noviembre, siendo asesinado en las tapias del cementerio de la Almudena.
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