- (...)No se podría hablar de decisiones políticas morales o inmorales, justas o injustas, si el criterio exclusivo o determinante para su calificación fuera el del éxito electoral o el del beneficio material. Esto supondría la subordinación del derecho al poder. Las decisiones políticas deben ser morales y justas, no sólo consensuadas o eficaces (...)
Además denuncian los partidos liberales siguiendo el magisterio de Benedicto XVI
- (...)no actúan de modo conforme con la verdadera libertad quienes “creyéndose dioses, piensan no tener necesidad de más raíces y cimientos que ellos mismos; desearían decidir por sí solos lo que es verdad o no, lo que es bueno o malo, lo justo o lo injusto;(...)
Lastima que los obispos no sean más claros poniendo nombre a esos partidos.
Los obispos no pueden comprometerse diciendo que partidos tienen que votarse, pero si deben de ser claros, en su misión de pastores, en decir que partidos no pueden votarse porque no cumplen con las enseñanzas que ellos difunden en su misión de maestros.