La beatificación del 28 de octubre de 2007 consiguió ver en los altares en una misma celebración a hijos e hijas de Santo Domingo pertenecientes a todas las ramas de su Familia... ramas de un frondoso árbol por donde corre la misma savia; la misma sangre… De los 498 mártires, 74 de ellos pertenecían a la Familia Dominicana. El 78° Maestro General de los frailes dominicos (de 1926 a 1929 con residencia en Manila) Beato Fray Buenaventura García Paredes, jugó un papel decisivo para traer este seminario teológico a Louisiana en 1911. Al mismo tiempo la Provincia del Santo Rosario asumió el ministerio pastoral de las parroquias católicas en Tangipahoa (donde los frailes dominicos todavía se ocupan de Ponchatoula, Tickfaw y Hammond). Fray García Paredes, a la edad de setenta años, se encontraba ente los españoles martirizados el 12 de agosto de 1936 en Madrid. Fray Jesús Villaverde Andrés fue el prior de Rosaryville de 1921 a 1924. Después de abandonar España, fue a Filipinas a enseñar y posteriormente cumplió su periodo como superior en Louisiana. Desde allí viajó de regreso a Manila para convertirse en decano de la Universidad de Santo Tomás y más tarde en rector de San Juan de Letrán. Tras su ministerio misionero y académico en las Filipinas regresó a su España natal y durante la noche del 15 de octubre de 1936 fue arrestado y martirizado al día siguiente. Beato Leoncio Arce Urrutía, después de su profesión solemne en 1917 en Ávila estudió teología en Rosaryville de 1920 a 1922. En 1923 el Arzobispo John W. Shaw de Nueva Orleáns ordenó a Fray Leoncio diácono y el 10 de junio de 1924 el Arzobispo Shaw lo ordenó al presbiterio. Después de su tiempo en Louisiana, Fray Arce regresó a España (Valladolid, Ávila y Madrid); fue arrestado en julio de 1936 y fue martirizado en la checa de Porlier, España el 10 de septiembre de 1936. Beato Antonio Varona Ortega, después de su profesión solemne el 18 de enero de 1922 fue a Rosaryville. Continuó con sus estudios teológicos de 1922 a 1924 en Washington DC, y recibió el título en educación de Maestría en Artes en la Universidad Católica de América. Regresó a Rosaryville y se ordenó subdiácono en 1924 y sacerdote el 13 de junio de 1926 por el Arzobispo Shaw. Poco después fue enviado a su misión a las Filipinas, pero mientras enseñaba ahí contrajo tuberculosis y regresó a Ávila, España, en 1933. Fray Varona se convirtió en mártir en Algodor, España el 25 de julio de 1936. Beato José María López Carrillo vino de Ávila a Rosaryville donde vivió en 1915 y donde profesó sus votos solemnes. Fue ordenado diácono en Rosaryville por el Obispo Auxiliar Jean M. Laval en 1918 y fue ordenado sacerdote el 15 de enero de 1919. De 1919 a 1935 vivió en el Oriente, primero en Manila y después en la misión de Fokién en China. Debido a una grave enfermedad regresó a España, convirtiéndose en mártir el 27 de agosto de 1936 de regreso en Madrid. Beato Pedro Ibáñez Alonso estudió teología en Ávila, para en 1914 irse a Rosaryville y profesar sus votos solemnes ahí; en 1916 viajó a Manila para otros estudios y fue ordenado sacerdote el 1° de abril de 1917. Después de servir en China y en las Filipinas regresó a su hogar en España, donde fue asesinado por defender su fe católica en Madrid el mismo día que Fray José Mª López.
Junto a la Beata Josefina Sauleda Paulís, primera monja contemplativa dominica española beatificada como mártir, fueron beatificadas siete Dominicas de la Anunciata y dos Dominicas de la Enseñanza de la Inmaculada Concepción. En el grupo también se encuentran los primeros seglares dominicos (2) españoles beatificados como mártires. Finalmente, el Beato fray Buenaventura García Paredes, era el primer sucesor de Santo Domingo beatificado por ser mártir. Los dominicos suman con él 52 sacerdotes. Y, finalmente para completar la cifra de 74 faltan 10 hermanos dominicos.
Los mártires enlazan a Louisiana (EEUU) con España
De los 52 sacerdotes dominicos beatificados seis de ellos estaban vinculados de modo estrecho a Louisiana, exactamente con Rosaryville Convento de Teología cerca de Ponchatoula (Louisiana).
El Seminario Teológico Rosaryville fue establecido en 1911 en el mismo lugar en el que los monjes benedictinos previamente habían ubicado su Abadía de San José. El seminario dominicano continuó ahí hasta que fue transferido a las Hermanas Dominicas de Santa María en 1938 y eventualmente se convirtió en el Centro de Vida Espiritual Rosaryville.
Dieciséis de los dominicos españoles que estudiaron, enseñaron o sirvieron en Rosaryville y murieron entre 1908 y 1936 se encuentran enterrados en el Cementerio de Frailes del lugar. Los dominicos mártires fueron miembros de la Provincia del Santo Rosario, una de las cuatro provincias españolas dedicada a las misiones extranjeras, especialmente en las Filipinas. Debido a su necesidad de aprender el idioma inglés y para evitar los conflictos civiles en su España natal, Fray Tomás Lorente Ibáñez en Nueva Orleáns hizo los arreglos para que vinieran a la Parroquia rural de Tangipahoa por 27 años. Muchos de ellos fueron martirizados de regreso a España, diez en Oviedo, catorce en Santander y treinta y ocho en Madrid.
Otros cuatro sacerdotes dominicos que derramaron su sangre en 1936 vivieron en Rosaryville por varios años.
El séptimo mártir dominico, aunque no tenía ningún lazo con Louisiana, vivió en Cuero, Texas (33.80 kilómetros al norte de Victoria). Fray Vicente Rodríguez Fernández abandonó Salamanca para ir a Chihuahua y Tampico en México. Ahí se encontró con la persecución religiosa del Presidente Plutarco Elías Calles y fue expulsado de México. Escapó a la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe en Cuero, donde otros frailes exiliados españoles se encontraban cuidando de la gente en Dewitt y Lavaca Counties. Posteriormente regresó a España y, a pesar de haber sobrevivido la persecución mexicana, fue martirizado en Madrid el 7 de noviembre de 1936.
El dominico Carl B. Trutter termina su artículo sobre estos mártires afirmando que “estos frailes martirizados, junto con muchos otros cientos de hombres y mujeres laicos, religiosos, sacerdotes y obispos martirizados en España, nos ofrecieron en los Estados Unidos el ejemplo de fortaleza al servir a Jesucristo.
El 11 de octubre de 2008 en el cementerio de los frailes dominicos de Rosaryville fue bendecido un monumento a los 6 frailes de la provincia española del Santo Rosario vinculados a esta fundación y que habían sido beatificados en Roma un año antes. Un invitado muy especial fue el padre Vicente Peña, de 96 años, que residía en San Antonio, Texas (EEUU) y que había sido compañeros de clase de alguno de los mártires .
Beato Jesús Villaverde Andrés
Nació en San Miguel de Dueñas (León), diócesis de Astorga, el 4 de octubre de 1877 y fue bautizado el día 12. Por traslados de su padre, capitán militar, estudió en el colegio de jesuitas de Salamanca y después en el seminario diocesano de Madrid. Ingresó en Ocaña e hizo su profesión el 4 de junio de 1895; recibió el presbiterado en Ávila el 26 de junio de 1903. Su vida sacerdotal estuvo marcada por un continuo movimiento y actividad como profesor y superior. Enseñó en el colegio de San Juan de Letrán de Manila (1905-1910); estuvo asignado al convento de Valencia antes de que fuera cedido a la provincia de Aragón restaurada; volvió a Filipinas en 1916, enseñó Teología y fue decano en la universidad de Santo Tomás de Manila, rector del mencionado colegio de San Juan de Letrán (1924-1927); antes prior de la comunidad de Rosaryville en Nueva Orleáns, EE.UU. (1921-1924); en 1934 prior de Santo Tomás de Ávila. Gran predicador, dejó escritos algunos sermones y un pequeño tratado sobre la Santísima Virgen.
Cuando tuvo lugar el asalto del convento del Rosario de Madrid, formaba parte de esta comunidad. Se refugió en casa de familiares próximos, donde oraba mucho, consolaba a la familia y les infundía confianza en Dios. En el momento de la detención, hacia la media noche del 15 de octubre de 1936, confesó que era religioso y estaba dispuesto a morir por Cristo. Llevado a la checa de Fomento de Madrid fue ejecutado al día siguiente, 16 de octubre. Tenía 59 años.