La República de Indonesia, con más 237 millones de habitantes, es el cuarto país más poblado del mundo. Además, Indonesia es el país con más musulmanes del planeta.
AKI Adnkronos ha informado que el Papa Benedicto XVI realizó el viernes 7 de octubre de 2011 un llamamiento a la libertad religiosa y la tolerancia para los cristianos en Indonesia, donde los islamistas llevan a cabo ataques contra las iglesias, se oponen a su construcción y tratan de cerrarlas.
Aunque la libertad religiosa se estipula en la Constitución de Indonesia, el gobierno reconoce oficialmente sólo seis religiones: el Islam, el protestantismo, la Iglesia Católica, el hinduismo, el budismo y el confucianismo. Aunque todavía no se declara un estado islámico, Indonesia es la nación con más musulmanes en el mundo, ya que cerca del 86,1% de la población es musulmana, según el censo nacional de 2000. Del resto de la población, el 8,7% es cristiana, 3% son hindúes y el 1,8% son budistas o de otras religiones.
"La Constitución de Indonesia garantiza el derecho humano fundamental de la libertad de practicar la propia religión", dijo el pontífice a una delegación de obispos de Indonesia que visitaban el Vaticano.
"La libertad de vivir y predicar el Evangelio no puede darse por sentado y siempre debe ser justamente y pacientemente sostenida. Tampoco la libertad religiosa es simplemente más que un derecho a estar libre de restricciones externas", dijo Benedicto XVI.
"Es también un derecho a ser auténtica y plenamente católico, para practicar la fe, para edificar la Iglesia y contribuir al bien común", agregó.
El Papa instó a los obispos a promover el diálogo interreligioso con la mayoría musulmana de Indonesia, donde los cristianos son una minoría religiosa.
"Vuestro país, tan rico en su diversidad cultural y poseedor de una gran población, es el hogar de un número significativo de seguidores de diferentes tradiciones religiosas", dijo.
"Haciendo todo lo posible para asegurar que los derechos de las minorías en vuestro país se respeten, fomentando la causa de la tolerancia y la armonía mutua en vuestro país y más allá", concluyó Benedicto XVI.
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