Durante toda esta semana los media del sistema, con las mismas imágenes suministradas por las grandes agencias, y con el mismo discurso, nos han estado inundando de imágenes sobre el atentado de las torres gemelas y el Pentágono, con motivo del décimo aniversario.

En Estados Unidos cada día es un 11S, más de 3.000 muertos diarios asesinados por aborto.

Y en España cada día es  (más que) un 11M, más de trescientos muertos diarios. Inocentes asesinados dentro de la ley.



Y esas víctimas no son causadas por el "enemigo", sino por sus madres, sus médicos y su Estado.

En los abortorios de Nueva York y el resto de los Estados Unidos o de Madrid y el resto de España se producen cada día más asesinatos de inocentes que en la Zona Cero o en Atocha se produjeron en su momento.


Pero los Ben Laden que los han planificado y aprobado no están en Jalalabad, sino en los palacios de Washington y de Madrid.

Y no están escondidos sino que viven a nuestra costa y nos imponen las leyes y desarrollan sus deseos a través de la capacidad cohercitiva del Estado, sin vacilar en que sus tiránica legislación vaya contra la ley natural y la dignidad humana.


Pero estos "Ben Laden" que con sus acciones acaban con su pueblo tienen cómplices:

quienes les apoyan periódicamente y con su voto permiten que sigan en el poder.

Con toda seguridad este 20N uno de los Ben Laden que ya ha dicho que mantendrá una ley que ha matado más de 1.200.000 españoles contará con el apoyo de millones de católicos:

serán sus complices en los millones de asesinatos que se producirán durante su mandato.