Una fuente inobjetable nos informa en detalle sobre una nota que el Prefecto de Culto Divino envió a los obispos argentinos, o al menos a quienes de entre ellos cuestionan a los sacerdotes que no aceptan el uso del “ustedes” en la nueva traducción de la misa para la Argentina.
La nota, fechada en Roma el 23 de junio de 2010 recuerda a sus destinatarios que un grupo minoritario pero significativo del clero argentino ha presentado protestas ante el dicasterio presidido por el Card. Cañizares Llovera por la presión (en algunos casos, persecución) contra los sacerdotes que no aceptan el uso del “ustedes” pronominal en los textos de la misa traducida para la Argentina. “Ustedes” que reemplazó al “vosotros”, uso normal en España y muchos de los países hispanohablantes.
Recuerda también S.E. que en carta al Card. Bergoglio en su carácter de Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, se recomendó el uso de “prudencia y no beligerancia” en la materia. Y si bien no cuestiona el uso del “ustedes” puesto que fue bajo su gestión, precisamente que dicho traducción fue aprobada, insiste en que se admita la forma “vosotros” a quienes lo desean, lo cual no constituye un abuso comparable con el uso bastante generalizado del “vos” (en lugar de “tú”), jamás admitido, y mucho menos que los cambios de los textos de las partes ordinarias de la misa, como el Gloria, Sanctus, Credo o el mismo Padrenuestro, de lamentable frecuencia en las misas parroquiales o de comunidades religiosas, así como el añadido de frases de creación personal del celebrante, muchas veces improvisadas en el momento.
Después de esta recordación, el Card. Cañizares ciertamente amenaza a los obispos remisos a permitir el uso de la forma pronominal “vosotros” con la posibilidad de alentar a los sacerdotes que han solicitado esta dispensa a fin de que recurran al “uso, siempre lícito y no necesitado de permiso del Ordinario… de la lengua latina en la Liturgia Romana”.
Bajo las suaves maneras romanas, la advertencia es bien nítida. “Nunca se puede prohibir a un sacerdote católica el empleo del Ordinario de la Misa en lengua latina, no solo los cantos, sino incluso la Plegaria Eucarística o las Palabras del Relato de la Institución, el Padre Nuestro, los saludos y respuestas del Pueblo”. Y advierte el Card. Cañizares inmediatamente a modo de inciso: “esto no solo no tiene que perjudicar la participación activa, sino que la puede incluso estimuar”…
La nota culmina manifestando la esperanza de que, conocida la “mens” del dicasterio en el asunto, se tomen las medidas oportunas para superar la “tensión” existente.
Sería interesantísimo conocer el testimonio de los párrocos y sacerdotes que deseando utilizar esta forma en el rezo de la Santa Misa puedan dar cuenta de los resultados de la enfática recomendación del Card. Cañizares a los obispos argentinos.
Esperamos esos testimonios, que, por fuerza han de ser discretos por los motivos que todos conocemos, o tal vez puedan transmitirse a través de fieles de confianza de los párrocos afectados.
No podemos dejar de destacar el carácter desconcertante de la alternativa que propone el Cardenal Cañizares para mover a los obispos. Alentar el uso del latín… A tal punto ha llegado el rechazo de los obispos argentinos al uso de la lengua oficial de la Iglesia y de la liturgia romana.
Ni tampoco la observación el Prefecto del Culto: el uso de la lengua latina en la liturgia, lejos de desalentar una participación activa, la puede llegar a estimular.
En estas mismas páginas hemos referido con frecuencia los obstáculos y por momentos la decidida presión contra los sacerdotes afines al uso de la lengua latina en el culto divino. En algunos casos, sin temor a exagerar, es necesario destacar la persecución sufrida por muchos párrocos, que ha perdido su lugar, o que deben celebrar de un modo casi clandestino lo que el Card. Cañizares recuerda como un derecho de los sacerdotes, no solo lícito sino que además no requiere de autorización alguna por parte del obispo del lugar.