Conocer a Cristo.
Sigue siendo, para mí, la invitación más fuerte de estos días. Conocerle profundamente vivo en mi interior, dando forma a la parte de mi ser más profunda, anhelante de obrar maravillas.
Hoy puedo decir que le conozco, pero después de oir las palabras del Papa, imagino que por la gracia que destilan, Jesús se me aparece ciertamente no como un desconocido pero sí como un gigantesco misterio del que conozco realmente solo un poquito. Un poquito estupendo, que me llena la vida y la dota de sentido. "Imagínate si le conociera aunque sólo fuera un poquito más" me digo a mí misma en estas horas. Y en este sentido el Papa nos ha dado unas pistas para profundizar en el conocimiento de Jesús:
"Queridos jóvenes, para descubrir y seguir fielmente la forma de vida a la que el Señor os llame a cada uno, es indispensable permanecer en su amor como amigos. Y, ¿cómo se mantiene la amistad si no es con el trato frecuente, la conversación, el estar juntos y el compartir ilusiones o pesares? Santa Teresa de Jesús decía que la oración es «tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama» (cf. Libro de la vida, 8)."
El Papa nos explicaba el domingo en Cuatro Vientos que hay dos maneras de conocer a Jesús. Una como un interesante personaje religioso, la otra por la fe. Naturalmente, la que nos interesa es profundizar en ésta a ver si, ayudados por las gracias recibidas, conseguimos dar el salto de fe que nos permita vivir en la luz de Cristo cada momento de nuestra vida, independientemente del signo positivo o negativo con el que se presente.
El Papa nos contó en qué consiste conocer a Cristo por la fe:
"La fe va más allá de los simples datos empíricos o históricos, y es capaz de captar el misterio de la persona de Cristo en su profundidad."
Y después añadió: "Pero la fe no es fruto del esfuerzo humano, de su razón, sino que es un don de Dios (...) La fe no proporciona sólo alguna información sobre la identidad de Cristo, sino que supone una relación personal con Él, la adhesión de toda la persona, con su inteligencia, voluntad y sentimientos, a la manifestación que Dios hace de sí mismo (...)"
¿Qué decisión personal en relación a Cristo voy a tomar? Desde mi situación actual, a la luz de las gracias recibidas y de todo lo vivido, los corazones de muchos de nosotros se han abierto a una profunda sed de decidirse de forma renovada, con toda nuestra persona, corazón, inteligencia y voluntad, de forma valiente y confiada, por Cristo.
Es tarea nuestra ahora concretar en nuestra vida estas hermosas intuiciones y vivencias, siendo muy dóciles al Espíritu del Señor.
Estamos llamados a crecer en el conocimiento y el amor de Jesús: "la fe tiene que consolidarse y crecer" - dijo el Papa- "hacerse más profunda y madura, a medida que se intensifica y fortalece la relación con Jesús, la intimidad con Él."
En realidad es una hermosa llamada al amor:
"Permanecer en su amor significa entonces vivir arraigados en la fe, porque la fe no es la simple aceptación de unas verdades abstractas, sino una relación íntima con Cristo que nos lleva a abrir nuestro corazón a este misterio de amor y a vivir como personas que se saben amadas por Dios."
"Si permanecéis en el amor de Cristo, arraigados en la fe, encontraréis, aun en medio de contrariedades y sufrimientos, la raíz del gozo y la alegría. La fe no se opone a vuestros ideales más altos, al contrario, los exalta y perfecciona.
Queridos jóvenes, no os conforméis con menos que la Verdad y el Amor, no os conforméis con menos que Cristo."
Cuatro Vientos no sólo ha sido una experiencia inolvidable, ha sido también una escuela de vida. Así, dijo el Papa, "Igual que esta noche, con Cristo podréis siempre afrontar las pruebas de la vida. No lo olvidéis. Gracias a todos."