Vuelvo a aplazar el artículo prometido sobre el hecho de que Dios mandó construir imágenes, por haber leído unas declaraciones del Ministro de la Presidencia sobre el viaje del Papa a España para dentro de unos días. Declaraciones que me han asombrado. De verdad.
El ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui , no considera "aconsejable ni oportuno" que Benedicto XVI haga referencias específicas hacia España durante su visita a Madrid para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) entre el 18 y el 22 de agosto.
Es de sentido común que el Papa no va a decir nada ofensivo para España, como por ejemplo, decir que las autoridades están permitiendo una matanza indiscriminada de niños antes de nacer; ni dirá al Presidente del Gobierno que cambie las leyes tan rechazables y de tan poco sentido común como las referentes al aborto, al matrimonio homosexual y a lo que parece que se ve venir, la legislación sobre la muerte digna que quizá puede ser el primer paso hacia la eutanasia.
Seguro que el Papa no va a decirlo así. Pero no hay que olvidar que viene a España, no para hablar a los jóvenes de España sino a los de todo el mundo. Aunque lo que diga a todos los jóvenes del mundo, es lógico que sea aplicable también a los jóvenes católicos españoles. A unos y a otros supongo que les dirá que respeten y promuevan los derechos fundamentales del hombre, como son el derecho a la vida, la promoción de la dignidad del matrimonio cristiano, la exigencia de ser apóstoles en medio de nuestro mundo… algo de esto supongo que les dirá, a no ser que al Sr. Ministro se le ocurra darle al Papa el esquema de los discursos que tiene que pronunciar.
Porque, si bien es cierto que reconoce que el Papa "es muy libre de poder decir lo que quiera”, sigue diciendo: “pero yo creo que el marco de relaciones que se ha establecido por parte de la Iglesia Española y de la Conferencia Episcopal con el Gobierno, en este evento no haría nada aconsejable ni sería nada oportuno que el Papa tuviera que decir algo sobre España". Esto es lo que ha dicho el Ministro de la Presidencia en una entrevista concedida a Europa Press. Por eso, el título del artículo: si “es verdad lo que dicen que dijo”. Y parece que sí es verdad.
Y me pregunto ¿qué tendrá que ver lo que diga el Papa en Madrid a todos los jóvenes del mundo, con las relaciones que pueda tener el Gobierno con la Conferencia Episcopal? ¿O es que quiere decir que las relaciones se endurecerán si el Papa afronta cuestiones que son de su competencia y que tiene el derecho y el deber de afrontar? Y más cuando viene a encontrarse con jóvenes de todo el mundo con deseos de escucharle? Si no les gustaba que viniese para ese encuentro con los jóvenes, no haberle invitado o no permitirle entrar en España. Aunque hubiese sido mejor que los católicos que tienen la responsabilidad de gobernar, se hubiesen planteado su colaboración en ciertas leyes que están en contra del bien común y de la dignidad de la persona humana y de sus derechos. ¿Cómo se compagina el ser católicos serios, con la aprobación de esas leyes? La verdad es que no lo entiendo. Ése es el fondo del problema a mi modo de ver.
Y sigue diciendo la nota de prensa: “Ha querido remarcar "algo incuestionable", que España es un estado aconfesional y que las leyes, como "l a del Aborto, Muerte Digna, Igualdad de Trato, y cualesquiera otras que regule el Código Cívico en el marco de relaciones en el que los españoles determinan su vida, las hace el Parlamento, no la Iglesia Católica.
Y aquí hay dos cuestiones sobre las que quiero decir unas palabras: Lo primero es que, efectivamente, España es un estado aconfesional, lo cual significa que no tiene como propia ninguna religión, y que las respeta todas. También la católica. Y si han invitado al Papa a venir a España y se va a encontrar con jóvenes de todo el mundo, supongo que Ud. Sr. Ministro, no verá mal que el Papa se dirija a ellos y les predique el Evangelio. Si no, ¿a qué viene? Y si su gobierno en algunas leyes no está en sintonía con el Evangelio ¿qué le vamos a hacer?
Y lo segundo, que es el gobierno quien legisla, no la Iglesia Católica. Y cuando añade: “Admitimos que la Iglesia puede dar su opinión, pero quien decide es la soberanía popular", estamos de acuerdo totalmente. Y eso es lo que debe hacer la Iglesia no sólo en España, sino en todo el mundo.
Y eso es lo que está haciendo la Iglesia en España. Si ella legislase en España, habría otras leyes con respecto a esos puntos a que Ud. alude. Desde luego, a mi modo de ver, habría leyes más sensatas y más en sintonía con los derechos humanos y con la dignidad de las personas, y que además, estarían en línea con el Evangelio. Y los católicos gobernantes, si se tomasen en serio su fe, harían todo lo que estuviese en sus manos para que España y el mundo fuesen asumiendo los grandes líneas de evangelización. ¿No es eso lo que aprendimos todos en nuestra formación cristiana? Esto es lo que yo pienso.
Lo que pasa es que mi opinión no coincide con la suya. Mi verdad y la suya no son la VERDAD. Pero aunque no pensemos lo mismo, no por ello debemos estar enemistados, sino ser buscadores de la verdad. Para mí y para Ud. si es cristiano, la VERDAD es Jesús. Recordemos lo que dijo en una ocasión: YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA,.
Un afectuoso saludo
José Gea