La fe no es un sentimiento. Pensemos lo siguiente: cuando creo algo por fe, no adquiero un nuevo sentimiento, sino un conocimiento. Yo sé que Cristo es verdadero Dios y verdadero hombre, que Dios es Uno y Trino, o que Cristo está presente en la Eucaristía. Lo sé, no lo siento. 

Santo Tomás de Aquino explica que la fe es un modo de conocer -no un modo de sentir-; es decir, es un acto de la inteligencia. Es un acto por el cual conozco algo a través de otra persona. Me explico. Aquellas cosas que puedo ver, las conozco por mí mismo. En cambio, aquellas cosas que no puedo ver por mí mismo puedo conocerlas a través del testimonio de alguien que sí las ha visto. De ahí que el Aquinate diga que la fe es “creer algo a alguien”.

Por ejemplo, que mis padres son mis padres es algo que creo por fe. Yo no me he visto nacer. He visto una foto, sí, pero, ¿cómo saber que esa criatura rosácea que aparece en la foto al lado de mi madre en la sala de parto efectivamente soy yo? Lo sé porque le creo a mis padres, que sí fueron testigos de mi nacimiento. 

La fe está más presente en nuestro mundo de lo que creemos. ¿Cómo saber que este avión que me tomo a Buenos Aires efectivamente va a ir a Buenos Aires?¿Cómo saber que este Uber que me tomo a la Plaza de Armas efectivamente me llevará allá? ¿Cómo saber que este iPhone que me acabo de comprar por internet efectivamente va a llegar a mis manos? En todos estos casos, porque tengo fe. 

Todas estas cosas las puedo comprobar, sí, pero mientras no las compruebe, las sé por medio de la fe. De hecho, hay muchas otras cosas que sé por medio de la fe y que seguramente nunca voy a poder comprobar. Por ejemplo, que los agujeros negros existen, o que la velocidad de la luz es de aproximadamente 300,000 km/s. Simplemente le creo a los científicos que dicen esas cosas. Lo interesante es que esta misma estructura se aplica al acto de fe sobrenatural: le creo a Cristo aquellas cosa que Él ha visto, y que yo no puedo ver por mí mismo, al menos no en este mundo.

La comprensión de la fe como un acto de conocimiento abre la puerta a plantear interesantes relaciones entre fe y razón, las cuales exploramos en este video. Se puede escuchar el podcast también en Spotify aquí.