Este joven milanés es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Católica de Milán (1998). Obtuvo su licenciatura en Filosofía (2001) y Teología (2008) en la Pontificia Universidad Lateranense. En la actualidad ejerce como periodista profesional (“pero vaticanista”, aclara) en el diario il Foglio y vive en Roma, donde ha trabajado como corresponsal en El Vaticano durante tres años para il Reformista. También colaboró con il Sole 24 Ore (edición de los lunes), il Tempo y con las agencias il Velino y Fides. Asimismo es colaborador del centro Tocqueville, Acton desde el que lleva a cabo estudios e investigaciones sobre la religión y la doctrina social de la Iglesia.
Está presente en twitter y facebook. Tiene un blog en dos lugares distintos: en il Foglio y otro en su dominio personal (también accesible desde palazzoapostolico.it). Ha escrito un libro, junto con Andrea Tornielli, (vaticanista también, pero de La Stampa): "Attacco a Ratzinger. Accuse e scandali, profezie e complotti contro Benedetto XVI", publicado en agosto de 2010 en Ediciones Piemme, que fue traducido y publicado en español el pasado 7 de junio por Ed. Martínez Roca, con el título más breve “En defensa del Papa”, el cual he leído recientemente y quiero recomendar personalmente para este verano.
Recientemente me ha hecho un hueco en su apretadísima agenda para una entrevista en este blog “Echad vuestras redes”. La realizamos originalmente en italiano, pero a continuación la pongo ya traducida.
Paolo, ¿se puede decir que hay actualmente una persecución contra los católicos en todo el mundo?
En el mundo los católicos son perseguidos en muchos países. Especialmente en algunos países de mayoría musulmana existen restricciones a su libertad religiosa y se ven obligados los católicos, muchas veces, a abandonar sus casas y trasladarse a otros lugares. En Irak, por ejemplo, la fuga de católicos es ya definitiva.
Luego, por supuesto, existe también en el mundo una persecución más sutil, en el catolicismo, que recuerda a la judía. A la sociedad contemporánea el mensaje anticonformista del catolicismo no le gusta y por eso es rechazado continuamente.
¿Hay otras razones para afirmar esto último con total rotundidad?
Me reafirmo: la sociedad actual es conformista. Piensa que lo que ella recibe es justo que lo sea para todos. El catolicismo, en cambio, lleva un mensaje nuevo, diverso, que entra en el corazón del sentido común.
¿Tenemos motivos los católicos para preocuparnos, o reaccionar, más y mejor?
El Papa Ratzinger, en el avión que lo llevó hace un año al Reino Unido, nos dijo que los católicos no tienen que reaccionar (no debemos ser reaccionarios), sino sencillamente ser fieles al Evangelio. Esta fidelidad es ya, en sí misma, un testimonio.
¿Por qué algunos católicos se obstinan en no ser conscientes en admitir de una vez que hay Medios hostiles a la Iglesia y al Papa, y dicen que no hay que ser tan alarmistas?
Éste es otro aspecto. En el catolicismo hay una parte que son los que están más acomodados al pensamiento del mundo. Ellos creen que el catolicismo debe diluirse con la mentalidad dominante. En mi opinión, esto no es el catolicismo. Y una cosa más, el catolicismo debe estar abierto al mundo, pero no en connivencia con el mundo.
Paolo, ¿realmente existe una estrategia orquestada detrás de este ataque, o más bien una falta de estrategia conjunta? Y, este ataque, ¿se origina fuera de la Iglesia o dentro de los círculos “supuestamente” eclesiales?
En el libro “En defensa del Papa” (“Attacco a Ratzinger”), Andrea Tornielli y yo hablamos de ataque al Papa en cuanto guía de la Iglesia. Es difícil decir si hay o no una estrategia coordinada. Seguro que hay grupos de presión que tienen intereses que no encajan con las expectativas de la Iglesia. Y por esto sus intereses se obstaculizan con los de la Iglesia. Ciertamente ayudaría una mejor estrategia comunicativa, aunque debo decir que un año a esta parte la estrategia de comunicativa de prensa vaticana ha mejorado mucho.
Pero tenemos que reconocer que, en muchas ocasiones, entre unos enemigos y otros, estamos confundidos. En su opinión, ¿cómo podríamos distinguir un enemigo de dentro respecto de otro de fuera de la Iglesia católica?
Los enemigos internos son iguales que los externos al hablar y decir algo sin ser fieles al Evangelio. Además, hay quienes dicen ser fieles al Evangelio, pero viven en total desobediencia al Papa. También esta desobediencia es una señal para reconocer en qué parte están.
¿En qué países es más excesiva la crítica contra la Iglesia y contra el Papa, y por qué?
Pienso que hoy la crítica se da sobre todo en los países occidentales. En el norte de Europa la aversión es especialmente considerable. Debido a que en las cuestiones de la vida, la familia, la bioética, la sexualidad,... el pensamiento de la Iglesia es contrario al que sobre estos temas tiene el mundo.
Entonces Paolo, concluyendo, ¿qué podemos hacer los católicos frente a este problema? ¿cómo podemos defender a la Iglesia católica y al Papa desde los Medios de comunicación, para que haya más respeto y libertad religiosa en todo el mundo?
Repito: debemos vivir fielmente el Evangelio, preocupados sólo de serle fieles.
Grazie Mille, Paolo!