En la mochila de los jóvenes inscritos a la JMJ de Madrid 2011 se incluye un ejemplar gratuito del YouCat (Catecismo joven de la Iglesia Católica)
“Tenéis que saber qué es lo que creéis…Tenéis que estar más profundamente enraizados en la fe que la generación de vuestros padres, para poder enfrentaros a los retos y tentaciones de este tiempo con fuerza y decisión” (Benedicto XVI, Prólogo a YouCat –Catecismo joven de la Iglesia Católica-)
Me alegro muchísimo haber comprobado por mí mismo que la letra, con arte y belleza, entran en el mundo del joven, también en la Iglesia, de forma apasionada y muy fresca. No se trata en este caso de la letra de cualquier mensaje o de una canción de moda.
La doctrina católica para los jóvenes de la JMJ nos viene en forma de un libro ameno, muy interesante y hasta simpático, que invita a estudiarlo, dedicarle tiempo, en el silencio o con amigos, también en internet. Respuestas nuevas para situaciones nuevas, desde el sabio Magisterio de la Iglesia de siempre.
Hace poco pedí que me enviaran la versión inglesa del YouCat, que ya me llegó vía amazon, y al poco no pude resistirme de hacerme con otro ejemplar, pero en versión española, para compararlas.
A pesar de todos los comentarios que se han hecho acerca del "pequeño" error que tuvo la versión italiana, por un problema de traducción del original alemán (Ed. Pattloch Verlag), a mí me parecen éstas que tengo delante, salvo error u omisión, dos buenas ediciones, la primera a cargo de Ed. Ignatius Press (San Francisco) y la segunda con Ediciones Encuentro (Madrid).
Lo primero que me llamó la atención fue el distinto grosor de ambos ejemplares, y que tuvieran el mismo número de páginas (304). Se trataba de distinto gramaje (densidad del papel medida en gramos por metro cuadrado), que en Estados Unidos se calcula el Basis weight –peso básico- y el Caliper –calibre- de modo completamente distinto (peso fijo por 500 hojas expresado en libras, o grosor de una hoja en milésimas de pulgada). Usualmente, a mayor gramaje, más calidad, pero la densidad también encarece la producción. El papel de oficina corriente, por ejemplo, suele tener un gramaje de 70 a 80 gramos por m2. De cualquier forma, es siempre de agradecer por los jóvenes cuando de llevar menos peso se trata.
Luego, un detalle no tan técnico, y sí muy gracioso para los más jóvenes, es una pequeña animación “fenaquistiscópica” o "zootrópica" (antecedente del cine) en el margen inferior derecho de las páginas, de modo que si las vamos pasando con cierta rapidez se observa la animación de un monigote que hace cabriolas y al final saluda. Esto que parece tan moderno data de 1832, porque Joseph Plateau inventó un primitivo dispositivo estroboscópico, el fenaquistiscopio, capaz de proporcionar la ilusión de una imagen en movimiento a partir de una secuencia de imágenes fijas. El verano pasado, en Figueras, ví algo parecido en el "Museo del Juguete de Cataluña".
La colección de imágenes repartidas por el librito también ayuda mucho en la consulta, porque centran en vez de distraer, es decir, llevan a la contemplación. Difieren un poco entre las dos versiones que tengo delante. El texto a dos columnas, deja unas citas laterales en el tercio externo, que proceden de las Sagradas Escrituras, de textos de Benedicto XVI y del beato Juan Pablo II, y también de doctores, santos padres, santos en general, filósofos y teólogos de nuestro tiempo y de todas las épocas.
La parte más amplia de cada página está muy bien estructurada, preguntas tan concretas como sus respuestas, breves, que luego son un poco más desarrolladas. Incluso, dispone un diagrama panorámico del año litúrgico que ayuda muy bien a entender los tiempos fuertes y un pequeño esquema de las estaciones del Via Crucis. Al final, el YouCat termina con un índice temático, definiciones, abreviaturas, siglas y referencia de las fotografías.
Todo el libro, en sus dos versiones, respira sencillez e invita a la reflexión, a la profundización, a la oración. Sigue el mismo esquema del Catecismo de la Iglesia Católica de 1992. Allí las partes eran: “La profesión de fe, la celebración del misterio cristiano, la vida en Cristo y la oración cristiana”. En esto no fue original. Se decidió mantener la estructura siguiendo el Catecismo de San Pío V, fruto del Concilio de Trento: “El Credo, la Sagrada Liturgia, con los Sacramentos en primer plano, el obrar cristiano, expuesto a partir de los Mandamientos y finalmente, la oración cristiana”.
Si el esquema no es original en el de 1992 porque no era necesario que lo fuese, nos decía el beato Juan Pablo II: “Pero, al mismo tiempo, el contenido es expresado con frecuencia de forma ‘nueva’ con el fin de responder a los interrogantes de nuestra época” (Fidei Depositum).
El catecismo YouCat, traducido al lenguaje del joven, tiene las mismas partes: “Lo que creemos, cómo celebramos los misterios cristianos, cómo obtenemos la vida en Cristo y cómo debemos orar”. Esto es precisamente lo que nuestro papa remarca en la carta de presentación que hace de prólogo en el YouCat: “…que creen en realidad los cristianos, qué enseña la Iglesia, si puede siquiera enseñar algo y cómo se casa todo eso con una cultura transformada desde su base. ¿No está superado el cristianismo como tal? ¿Se puede ser cristiano hoy de un modo razonable? Éstas eran preguntas que se planteaban también los buenos cristianos… El papa beato Juan Pablo II tomó entonces una decisión atrevida. Decidió que obispos de todo el mundo tenían que escribir juntos un libro en el que dieran respuesta a todas esas preguntas.”