Parece que la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales anda empeñada en la tarea de dar marcha atrás en algunas de las decisiones adoptadas en los últimos años y en una vuelta a los orígenes por lo que a los signos externos de la vida de los católicos británicos se refiere.
Si hace pocos días nos referíamos al retorno a la práctica abstinencial de todos los viernes del año, toca ahora el turno a la recuperación de la obligación de escuchar misa en una serie de fiestas que habían sido trasladadas a domingo.
Las tradicionalmente denominadas fiestas de precepto en las que los fieles católicos han de acudir a misa son, amén de los domingos, diez, perfectamente censadas en el Código de Derecho Canónico de 1983, concretamente en su artículo 1246.1, a saber:
“Navidad, Epifanía, Ascensión, Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, Santa María Madre de Dios, Inmaculada Concepción y Asunción, San José, Santos Apóstoles Pedro y Pablo, y, finalmente, Todos los Santos”.
El mismo cuerpo de derecho, sin embargo, en su artículo 1246.2, realiza la siguiente salvedad sobre la celebración de dichas fiestas de precepto:
“La Conferencia Episcopal, previa aprobación de la Sede Apostólica, puede suprimir o trasladar a domingo algunas de las fiestas de precepto”.
Tal es lo que en el año 2006, tras un intento fallido en 1996 y no sin una evidente resistencia por parte de un número significativo de fieles, realizó la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales, trasladando al domingo la celebración de tres de esas fiestas: la Epifanía (la popular festividad de los Reyes Magos, de larga tradición en España), y dos de esos tres jueves que, según dicta el refrán español, brillan más que el Sol: la Ascensión, celebrada cuarenta días después del Domingo de Resurrección, y el Corpus Christi, celebrado el jueves siguiente al octavo domingo después de ese mismo domingo.
Pues bien, con ocasión de la reciente reunión de obispos en Leeds, su Presidente, el Arzobispo de Westminster Vincent Nichols ha anunciado la intención de los obispos de abrir un período de reflexión hasta que el próximo mes de noviembre tenga lugar la próxima sesión plenaria de la Conferencia, sobre la conveniencia de recuperar la fecha original de dos de esas tres festividades trasladadas a domingo en 2006: la Epifanía y la Ascensión.
“Hemos explorado ambos aspectos de lo que los días de precepto significan en la Iglesia Católica. Emplazar dichos días en domingo posibilita la participación en la celebración de dichos días. Por otra parte, Epifanía y Ascensión forman todavía parte del ritmo de vida de muchas personas en este país, de modo que estamos evaluando cómo armonizar ambos argumentos y los obispos se preparan para escuchar a sacerdotes y fieles sobre qué debe prevalecer, o reintroducir esos dos días en el calendario litúrgico, o las ventajas de una más fácil y completa celebración litúrgica en domingo”
La solución, como ya hemos dicho, el próximo mes de noviembre.