El doctor Raad Salam Naaman es de origen iraquí, nacido en Mosul, el Nínive bíblico, al norte de Irak, una zona de mayoría musulmana suní. Criado y educado en Basora, al sur del país, de mayoría chií, en el seno de una familia cristiano-caldea, (iglesia católica oriental y como saben bien los lectores de este blog, en comunión con Roma), vivió muy de cerca tanto la Guerra irano-iraquí como la Primera Guerra del Golfo en 1991. Víctima de numerosas detenciones del régimen de Şadam Husein por sus ideas pacifistas y contrarias al radicalismo islámico, es uno de los pocos afortunados que ha logrado salvarse de la persecución, hallando una nueva vida en Madrid, donde en 1992 obtiene asilo político, y donde en 1999 recibe la nacionalidad española. Es autor de varias publicaciones, tanto en su país natal como en su país actual, España, en el que dice haber hallado la felicidad, entre las cuales “Las religiones monoteístas (Judaísmo, Cristianismo e Islamismo) predican la paz, no la guerra” o “¡Wa Islamah! Todo sobre el Islam”. He tenido ocasión de conocerle y abordarle en la I Jornada sobre libertad religiosa en el Mundo, organizada el pasado viernes 13 de mayo en el CEU por Ayuda a la Iglesia necesitada.
ECyA. Ante todo muchas gracias, Raad, y bienvenido a En Cuerpo y Alma. Dígame para empezar, ¿cómo es la variopinta sociedad iraquí que Vd. conoce tan bien?
R. S. N. Irak es la región antigua de Mesopotamia, la cuna de la civilización, donde se encuentran ciudades históricas y bíblicas como Akad, Nínive, Ur de los caldeos, Babilonia… Su nombre Irak viene de la palabra árabe “Arq” que significa raíz. Irak, tiene entre 25 y 28 millones de habitantes y es una sociedad multiétnica, multicultural y multirreligiosa. La religión predominante es el islam, un 96%, de los habitantes, 60% de ellos chiíes, 35% sunnies, y 1% jawariy, los tres grupos principales del islam. Los cristianos tomados en su conjunto (siríacos y caldeos) son un 3%. Judíos y sabeos representan un 1%.
ECyA. ¿Cómo se produjo la expansión del cristianismo en Irak?
R. S. N. El apóstol Santo Tomás se dirigió a Mesopotamia en el siglo I C., para proseguir con su misión evangelizadora hasta la India, donde se supone que murió. Siguiendo las fuentes asirio-caldeas escritas en arameo (siríaco), el discípulo de Santo Tomás, Addai, ayudado por Mari y Aggai, empezó la organización de la comunidad cristiana oriental, que se extendió rápidamente por todo el territorio bajo el dominio de los persas en los dos siglos primeros, disfrutando de un clima de tranquilidad y paz.
ECyA. ¿Cómo es la relación de estos primeros cristianos con los persas?
R. S. N. Shapur I, que gobernó entre los años 241 y 271, adoptó una postura muy dura, al exigir unos impuestos muy altos a los cristianos. Su sucesor Shapur II fue más allá que su padre: llamó al Patriarca de los cristianos, el Obispo Sham`un, y le ordenó cobrar más impuestos de los cristianos. Al negarse el Obispo, el rey persa le mató y ordenó a matar a todos los cristianos que no obedecieran. Se afirma que Shapur II mató entre 100.000 y 200.000 cristianos entre los años 271 y 309, y cesó su matanza porque dos de sus ayudantes eran cristianos. Después de estos sufrimientos, la comunidad cristiana volvió a organizar su Iglesia, y disfrutó de una época de tranquilidad.
ECyA. ¿Cómo acogen los cristianos a los árabes musulmanes cuando éstos conquistan Mesopotamia?
R. S. N. La presencia árabe islámica en Mesopotamia empezó en el año 638 con el califa `Omar, el segundo de los califas ortodoxos, quien gobernó diez años entre los años 634 y 644 antes de ser asesinado. Conquistó la Siria bizantina en el año 638, Egipto y Mesopotamia, en adelante conocida como Irak, en el 642. Hasta la fecha toda Mesopotamia estaba bajo el dominio persa, y los cristianos pagaban impuestos para practicar su religión. Al principio, los cristianos pensaron que la llegada de los musulmanes a Mesopotamia era un alivio para ellos, porque oyeron que el musulmán creía y respetaba a María y Jesús, y porque de paso, pensaron que les liberarían de los persas y de pagar los impuestos. Pero no fue así porque con los musulmanes siguieron pagando los mismos impuestos que con los persas, aplicando el texto coránico: “Combatid contra quienes, habiendo recibido la Escritura, no creen en Dios ni en el último Día, ni prohíben lo que Dios y su Enviado han prohibido, ni practican la religión verdadera, hasta que, humillados, paguen el tributo directamente”.
ECyA. Se acostumbra a comparar al Califa Omar, segundo Califa ortodoxo, el que conquista Mesopotamia, con el apóstol Pablo. ¿A qué es debida esta comparación? ¿Es justificable en su opinión?
R. S. N. Efectivamente, algunos arabistas llaman al Califa Omar el apóstol Pablo del Islam, porque gracias a él se extendió el islam a toda Mesopotamia. En el año 1979, cuando presenté mi trabajo de fin del curso en la universidad, negué tajantemente la comparación y dije: “Gracias al apóstol Pablo el cristianismo se extendió a todo el mundo, predicando el Evangelio y murió como un mártir. Al contrario del Califa Omar, el islam gracias a él se extendió con las conquistas, guerras y con la espada. Omar fue asesinado como venganza, a manos de un esclavo suyo de origen persa, Feiruz, porque Omar había matado a toda su familia cuando conquistó Persia”. Ese mismo año fue publicado mi artículo, y poco después, fui arrestado y encarcelado casi un mes, con muchos malos tratos antes de ser soltado gracias a mi padre, que pagó un rescate para salvarme.
ECyA. Situémonos en un punto de la historia más reconocible para todos. ¿Cómo ha sido la relación de los cristianos con el régimen de Saddam Hussein?
R. S. N. Durante el régimen baazista nacionalista laico de Sadam Husein, aún cuando Sadam era un dictador, asesino, tirano, llámale lo que quieras, los cristianos eran ciudadanos con los mismos derechos que los demás, teniendo una fuerte presencia en algunas profesiones, como la enseñanza, hostelería, pequeño comercio, profesiones liberales y negocios internacionales. El resto de la comunidad seguirá viviendo en el campo, dedicada a la labranza, entre ellas, el cultivo de la vid. La capital árabe llegará a contar con veintiocho parroquias caldeas de las cincuenta parroquias cristianas, y un seminario mayor. En el barrio de Dora en Bagdad, donde se halla el Patriarcado, se situaba el Colegio Internacional Babilonia, de enseñanza superior universitaria, que contaba antes de la última guerra con 280 alumnos de diferentes confesiones cristianas. Un detalle de la “libertad” de los cristianos era la presencia como vicepresidente de gobierno y ministro de asuntos exteriores de Sadam Hussein, del caldeo Tariq `Aziz, quien, por cierto, había islamizado su nombre para evitar rechazos, ya que su verdadero nombre era Miguel Yohanna, aunque su presencia en el gobierno no era por cristiano, sino por ser antiguo compañero político. Los propios cristianos hacían referencia a que conseguían más favores por medio de ministros musulmanes que por el propio Tariq `Aziz.
ECyA. ¿El régimen de Saddam Hussein era verdaderamente laico? Por ejemplo, ¿se podía beber? ¿Se podía no practicar el ayuno de ramadán si no se era musulmán?
R. S. N. Durante el régimen de Sadam, las bebidas alcohólicas estaban permitidas, había bares, discotecas y restaurantes. Las leyes permitían a los musulmanes beber alcohol; sin embargo, no les permitía vender alcohol. Por eso casi todos los cristianos tenían negocios de bares, discotecas o restaurantes, que eran un negocio próspero. Los cristianos no estaban obligados a practicar ni practicaban las costumbres musulmanas, como el ayuno en ramadán, el velo, tampoco a estudiar el Corán... tenían libertad de practicar y celebrar sus fiestas, como la semana santa y las navidades, y celebraban misa en las iglesias con toda libertad y tranquilidad.
ECyA. ¿Qué régimen era pues, en su opinión, mejor para los numerosos cristianos iraquíes, el de Saddam Hussein o el actual?
R. S. N. La verdad, los dos son malos, pero entre lo malo siempre hay lo menos malo. El régimen de Şadam era una dictadura política, pero lo que hay ahora es una dictadura político-religiosa, mucho peor que la de Sadam. Con la caída del régimen de Şadam, todos aquellos cristianos que vendían alcohol han sido perseguidos, sus negocios quemados, han matado a muchos, entre ellos a quince de mi propia familia: a un primo mío de 29 años lo mataron en la puerta de una farmacia delante de su mujer y de su hija de 5 años. Mi padre murió con 64 años de pena al ver quemados todos sus negocios ante sus ojos. Han obligado a las mujeres a llevar el velo. Mi hermana tuvo que huir con lo puesto a Siria con su marido y sus dos hijos, dejando todos sus bienes para los radicales chiíes. Todo porque un grupo radical chií invadió su casa en Basora y los amenazó de muerte porque su marido tenia una discoteca en tiempos de Şadam y mi hermana se negaba llevar el velo.
ECyA. Así las cosas, ¿cuál es la situación de la comunidad cristiana en Irak en este momento?
R. S. N. La verdad es que los cristianos lo están pasando muy mal. Desde la caída de Sadam, el éxodo continuo de cristianos amenaza con la desaparición de la comunidad cristiana, que lleva más de dos mil años en Irak. Actualmente quedan menos de trescientos mil; antes eran casi un millón. En los países vecinos, como Siria y Jordania se concentran decenas de miles de cristianos iraquíes, que buscan una nueva vida en un país europeo, en Canadá, en Estados Unidos o en Australia, como exiliados políticos. Las milicias chíes y las sunies están enfrentadas entre si, pero las dos tienen algo en común: el odio a los cristianos de Irak.
Entre los hechos más llamativos contra las comunidades cristianas, se pueden citar el ataque en agosto de 2004 de cinco iglesias en Bagdad, tres en Basora y dos en, Mosul, con un balance de 45 muertos y 55 heridos; el bombardeo en febrero de 2005 de tres iglesias en Bagdad, dos en Basora y una en, Mosul, con 30 muertos y 50 heridos; el martirio en diciembre del 2006 del padre Paul Iskandar; el asesinato en julio de 2007 de cuatro sacerdotes tras haber celebrado misa a la puerta de la iglesia caldea del Santo Espíritu en Mosul; la violación y asesinato de dos hermanas católicas a manos de unos asaltantes radicales musulmanes en enero de 2009; el asesinato en octubre de 2010 de ochenta verdaderos mártires en la iglesia de Al- Nayat (la Salvación), en Bagdad, por radicales musulmanes; o el ataque en la nochevieja de 2010 de catorce casas cristianas en diferentes barios de Bagdad, con un balance de más de 20 muertos y cincuenta heridos. Pero no sólo se trata de asesinatos: en enero de 2007, once mil familias cristianas, ¿se da Vd. cuenta?, ¡once mil familias! de Basora, Bagdad y Mosul se vieron obligadas a huir al Kurdistan iraquí, tras las amenazas de muerte a manos de los grupos radicales musulmanes...
ECyA. Disculpe que le interrumpa, Raad, pero ya que menciona el Kurdistán, dígame una cosa: aunque los kurdos no profesen el cristianismo, que son musulmanes, ¿es la vida allí mejor para los cristianos?
R. S. N. Por supuesto. La zona del Kurdistan iraquí se encuentra en manos de militares kurdos, y es la única región donde los cristianos de momento son tolerados y pueden disfrutar de algunos derechos.
ECyA. Dígame Raad, ¿qué opinión le merece lo que está ocurriendo en Siria en estos momentos? ¿Cuál es su pronóstico sobre lo que puede llegar a ocurrir?
R. S. N. Lo que esta pasando en Siria es lo mismo que pasó en Irak. Quien está detrás de las rebeliones en Siria son los hermanos musulmanes radicales, y lo que quieren es cambiar el régimen nacionalista baazista de Bashar Al Asad, que es una dictadura política laica, como era la de Sadam Huseín, para convertirla en una dictadura político-religiosa radical como la que hay en Irak ahora. Convertir Siria de un país más o menos estable, a un país inestable fuente del terrorismo y los terroristas radicales islámicos...
ECyA. El Patriarca melquita de Siria, Gregorio III, ha declarado sobre los sucesos ocurridos en su propio país que “hay musulmanes fundamentalistas que quieren provocar una yihad”. ¿Es Vd. de ese parecer?
R. S. N. Estoy totalmente de acuerdo. Lo que está pasando en tantos países árabes al mismo tiempo no es casual. Hay alguien atrás de todo ello, alguna organización fuerte, con medios económicos suficientes, y tiene suficiente apoyo en todo el mundo árabe, con un mismo objetivo: la guerra santa o yihad islámica contra occidente, los judíos y los cristianos. Son los Hermanos musulmanes, que están muy bien organizados y tienen muchos seguidores en todo el mundo árabe. Entre los principales motivos de estos movimientos, están el meter miedo, matar y vaciar los países árabes de sus ciudadanos cristianos pacíficos, y luego proclamar la yihad contra Occidente.
Pues bien, éste es el testimonio de Raad Salam Naamad, un caldeo-cristiano hispano-iraquí. Como ven Vds. un testimonio informado, franco y comprometido, sin pelos en la lengua, indiscutiblemente esclarecedor sobre lo que pasa y ha pasado en su propio país de origen, Irak, y de lo que pasa y puede pasar en los distintos países árabes.