Varios Papas se han quejado de que se ha perdido el sentido del pecado.

Algunos prefieren su opinión personal a lo que diga EL MAGISTERIO OFICIAL DE LA IGLESIA.

Yo no puedo evitar mi preocupación cuando veo tanta gente comulgando y tan pocos confesándose.
¿Todos están en gracia de Dios?
¡Ojalá sea así!

Pero lo dudo.
Porque oigo con frecuencia decir: “eso para mí no es pecado”.

Y las cosas son como son, no como a cada uno le parezca.

Si voy por el campo y me encuentro una fuente con el letrero AGUA NO POTABLE, no puedo beber, aunque a mí me parezca potable. Y si bebo, me enveneno.
Las cosas son como dicen los técnicos que entienden, y no como opine cada uno.

La telebasura nos presenta a veces cosas inmorales como lo más natural.

Y la gente se acostumbra a aceptar lo que hace todo el mundo.

Pero la opinión de la gente no vale más que la opinión de los entendidos.

Si a mí me duele la ingle y no sé si es apendicitis o un cólico nefrítico, pregunto a los médicos, y no a los transeúntes de la calle, aunque éstos sean mayoría.
Y en moral lo que vale es lo que dice EL MAGISTERIO OFICIAL DE LA IGLESIA.

JORGE LORING, S.I.
jorgeloring@gmail.com