Parece que lo que es bueno para los americanos no lo fuera para los españoles. Así deben de pensar los dirigentes pesoítas, baboseantes ante cualquier cosa que venga del Gran Prioste de la Santa Orden de la Progresía que es Barak Obama, cuando en referencia a la muerte de Osama Ben Laden opinan que “es una buena noticia” (Elena Valenciano), que “es un paso decisivo en la lucha contra el terror” (Iluminado de la Moncloa), o que es “un duro golpe al terrorismo” (Rubalcaba).
 
            Y sin embargo, cuando de España se trata, lo cierto es que gracias al voto de seis miembros de ese órgano irresponsable y perezoso que se le coló a la Constitución llamado Tribunal Constitucional, los seis nombrados a propuesta del pesoísmo, la receta es muy otra, y así, se hace realidad, una vez más, que los terroristas vuelvan a estar representados en las instituciones patrias. Con lo que ello tiene no sólo de humillante para las víctimas del terrorismo y para los españoles en general y de poco democrático, sino de nefasto para la lucha contraterrorista, proporcionando esas instituciones como proporcionan a los terroristas, una plataforma ideal desde la que recabar información sobre futuras víctimas, y lo que es más increíble, financiación pública (¡sí señores, financiación pública, manda carallo como decía aquél!) para sus futuros atentados.
 
            Demasiada casualidad que los seis magistrados que han votado a favor de la participación de Bildu en las próximas elecciones lo sean los seis a propuesta del PSOE. No habla bien del pesoísmo (¿acaso habla algo bien del pesoísmo, ese cáncer que le ha salido a la democracia española?). Pero habla aún peor del Tribunal Constitucional, un órgano que debería estar al margen de las veleidades de la vida política española y dedicarse únicamente a lo que su nombre indica, la defensa de la Constitución, una Constitución a la que, sin embargo y contrariamente, ha hecho flacos favores de todos conocidos, cuya politización apesta a millas de distancia, y que hoy, para terminar de completar el honroso currículo de sus hazañas, ha dado una bofetada en la cara a los mejores españoles que tiene este país: las víctimas del terrorismo.
 
            ¿Para cuando la reforma del Tribunal Constitucional que lo convierta de una vez en un órgano responsable e independiente?
 
 
 
 
Otros artículos del autor relacionados con el tema
 
De Osama Ben(*) Laden, Bildu y el pesoísmo
De un español y un americano, padres los dos de un asesino
Comunicado de Voces contra el Terrorismo ante la nueva [y enésima] tregua-trampa de la ETA
De la verdadera intención del Gobierno al negociar con la ETA