¿Seguirá existiendo el dogal del tiempo en el infierno? El Dante Alighieri, en su divina comedia, nos cuenta que a la entrada del infierno hay una leyenda que dice: "Lasciate ogne speranza, voi ch´intrate", que traducido quiere decir: "Abandone toda esperanza, aquel que entre aquí". También menciona el Dante un reloj de péndulo que continuamente está diciendo: nunca jamás; nunca jamás;… En el encuentro del Señor con los demonios en la región de los gadarenos, los demonios increpan al señor y le dicen: "¿Qué tenemos nosotros contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo?" (Mt 8,29). Lo cual supone pensar que los demonios no son ajenos al concepto “tiempo”.
Decía San Alfonso maría Ligorio: “Todo tiempo que no se emplea por Dios es tiempo perdido”. Y esto es una verdad como un templo, que no todo el mundo se la plantea. En lo que debemos de pensar que es lo fundamental, es que el tiempo siempre está corriendo y nos va hurtando posibilidades de amar más al Señor, pues para eso estamos aquí: para demostrarle al Señor que le amamos, y cuanto mayor sea nuestra demostración, mayor será nuestra gloria, el día de mañana. El obispo vietnamita Nguyen Van Thuan, que tantos años estuvo en las cárceles comunistas nos dice: “Un momento es un tesoro, y para amar a Dios en la tierra no hay nada más que el hoy”. Y cuando se nos acabe el “hoy”, nos quedaremos para la eternidad, en el grado de amor que hayamos sido capaces de mostrarle al que es Amor y solo amor.