¿Se dan cuenta Vds.? Veintiún semanas y cinco días de gestación, ciento cincuenta y dos días, ¡¡¡cinco meses justos!!!... Tal es el nuevo record de supervivencia de un niño nacido prematuramente. El prodigio ha ocurrido en Fulda, Alemania y la niña, llamada Frieda y nacida el 7 de noviembre de 2010, ha sido dada de alta ayer. Cuando nació, la hermosa bebé apenas pesaba poco más de cuatrocientos gramos. Al darle el alta hace pocos días, en una fecha en la que día más día menos le habría tocado nacer de haber ido todo correctamente, su peso superaba ya los tres kilos que habría tenido una niña nacida en tiempo y forma. Todo este tiempo, Frieda ha sido mantenida en un ambiente enteramente esterilizado, con respiración asistida y alimentación parenteral vía umbilical.
Frieda ostenta el record europeo de supervivencia tras un parto prematuro, un record que comparte con la niña Elgin Gill, nacida en 1987 en Ottawa, Canadá.
El pediatra que ha atendido a la niña ha declarado que no existen razones para temer que no vaya a ser una niña sana, y ha descrito el hecho como un verdadero milagro.
Se da la circunstancia de que Frieda no nació sola, sino que vino acompañada de un hermanito, Kilian, el cual fue capaz de sobrevivir seis semanas, pero luego murió.
Los padres de Frieda han declarado:
“Estamos sobrecogidos de gozo. Pero se trata de una felicidad extraña pues al mismo tiempo estamos tristes, Kilian está continuamente en nuestros pensamientos”.
La madre había sufrido complicaciones en el embarazo desde la semana decimoquinta. En la semana veinte fue internada y los médicos aún consiguieron prolongar el embarazo durante otros diez días.
En el Reino Unido, el nacimiento ha producido el esperable debate sobre la ley de aborto que rige en el país, pues como se sabe y hemos tenido ocasión ya de exponer en esta columna, la ley británica, sumamente laxa (sumamente cruel), permite realizar abortos hasta la semana 24 de gestación, dándose la circunstancia de que, según informa el diario británico Daily News, el protocolo médico de actuación ante niños que no han cumplido las 23 semanas de gestación suele ser el de dejarles morir. Y eso que, según señala el mismo diario, la probabilidad de supervivencia no es tan baja, alcanzando hasta un 9%, casi uno de cada diez niños nacidos en tales circunstancias.
Una vez más, todo un ejemplo de las contradicciones de este contradictorio s. XXI, capaz como su hermano, el s. XX, de lo mejor, en este caso salvar la vida de una criatura con apenas 21 semanas de gestación, como de lo peor, condenando a otros maravillosos niños aún más viables y con más semanas de gestación, a una muerte injusta, ésta sí indigna, pero indigna no por quien la sufre, indigna por quien la aplica, arbitraria e intolerable, sometida al mero capricho de su madre y a la inaceptable permisividad de una legislación a la que se le pone la boca gorda presumiendo de que respeta ¡nada menos! que los derechos humanos.
Otros artículos del autor relacionados con el tema