Juan Manuel de Prada y los intelectuales católicos
Leo con interés lo que periódicamente publica Juan Manuel de Prada en diversos medios. Admiro a este intelectual que da la cara siempre en cualquier adversidad doctrinal que puede poner en entredicho la verdad cristiana o el sentido común. Tiene como fuente de cabecera frecuentemente a Chesterton y Leonardo Castellani, entre otros. Lo que más admiro de Juan Manuel de Prada es su fidelidad a los principios de la fe, en contra de tanta apostasía y desequilibrios modernistas. Y todo ello arropado con buen estilo literario, y pedagógico, que casi lo puede entender todo el mundo. Digo casi porque la riqueza de su vocabulario siembra sus artículos de palabrejas que te obligan a leerle con el diccionario cerca.
En España hacen falta genios como él, que los hay, que se prodiguen más en los medios y den la cara, con autoridad intelectual, rebatiendo el error y la mentira, y exponiendo la verdad sin ambages.
Tengo archivado un interesante artículo suyo en ABC titulado Derecho de bragueta y marxismo. En él se hace una denuncia de la doctrina de Marx sobre la familia. Dice: Para combatir la auto enajenación religiosa no basta con disolver el mundo religioso, reduciéndolo a su base terrenal, sino que hay que transformar esta base terrenal. Y pone un ejemplo muy ilustrativo: “Después de descubrir, v.gr., en la familia terrenal el secreto de la sagrada familia, hay que criticar teóricamente y revolucionar prácticamente aquella”. Esta “deconstrucción” de la familia que propone Marx (y que sus discípulos harán suya con entusiasmo) se explica porque en ella descubre una pervivencia del principio de autoridad que es el fundamento de instituciones políticas como la monarquía… Marx creyó que criticando teóricamente y revolucionando prácticamente la familia, podría combatirse más fácilmente la autoridad política…
Hacen falta intelectuales de peso que salten a la primera línea de esta lucha a favor de la Verdad, que nos hará libres. Que no dejen solos en el combate ideológico a una Jerarquía que hace lo que puede, y a un ejército de clérigos que bastante hacemos con mantener siempre las puertas abiertas de la Iglesia al Pueblo de Dios.
Pero en esta marcha por esa selva que es el mundo intelectual sembrado de ideologías totalitarias, no estamos solos. Decía en una ocasión el Confidencial Digital: Es de agradecer en estas horas bajas que atravesamos los católicos españoles, esta muestra de personas relevantes, que compensan los disgustos, desprecios, silencios y cobardías de otros, que no han querido significarse públicamente. Cabe pensar que es sólo la punta del iceberg de otra realidad existente más extensa y profunda. Nunca tan pocos, en tan corto espacio, han proclamado tantas y tan claras verdades y apologías.
Hacen falta muchos de Prada para argumental con autoridad, a tantos que no tienen más misión que sembrar el campo de cizaña mientras estamos dormidos. Jesús dijo: No tengáis miedo, yo estará siempre con vosotros. Y con esa seguridad que nos da la Palabra del Señor hacemos frente con las armas de la Verdad y de la Paz a todos los que intentan enmendar la plana a Dios.
Juan García Inza