Como recordaréis, por este blog han pasado peticiones de oración y sacrificio por dos casos de mujeres que estaban pensando abortar. Una de ellas, en diciembre, decidió no hacerlo y se ha mantenido firme, hasta el punto de que ahora esta ingresada para dar a luz; de modo que si no ha nacido el niño, pudiera hacerlo en cualquier momento.
La otra parecía más resistente a dar marcha atrás, incluso puso todo tipo de barreras para dejar de tener contacto con quienes intentaban ayudarla a ser madre. Pero –¡maravillas de la bondad divina!– casualmente, de modo indirecto, me he enterado de que finalmente va a tener el niño.
Así que ahora a dar gracias por tanto fruto de vuestras oraciones y sacrificios.