Frente a los gravísimos problemas de todo tipo que nos agobian a gran parte de los humanos, a nivel personal y social; nacional y global, cada día y sin tregua, las personas buscan, instintivamente, un apoyo firme donde asirse para no sucumbir. Se precisa total seguridad en algunos referentes fijos y un líder en quien poner la entera confianza ante el presente problemático y el futuro incierto y así seguir bregando en vida por subsistir.
Muchos humanos ponen su confianza en la técnica, la ciencia, el progreso, la política, las alianzas de pueblos y civilizaciones, el dinero, las armas, las religiones etc o lo que es igual: en los poderosos, los sabios, los científicos, los líderes religiosos etc. Nada de esto,- se ha experimentado ya todo-, da plena confianza al ser humano.
Los cristianos tenemos unos referentes básicos en los que, desde siglos, hemos puesto, sin frustraciones, nuestra entera confianza. Estos referentes son:* La Biblia o Palabra de Dios escrita; *la Palabra de Dios hecha carne, Jesucristo y además una *Tradición de 21 siglos, con el Magisterio oficial de la Iglesia= opus Xti, obra de Cristo.
El cristiano con estos asideros, camina por la vida con idénticos o más sufrimientos que los demás mortales, pero con una seguridad interior(-paz, esperanza y alegría-) que proviene de su confianza en el único Dios, vivo y verdadero y de su Unigénito Hijo Jesucristo.(Continuará).
MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN